También pagará multas de 200 a 300 euros.Quien no realice la inspección anual obligatoria de su caldera dejará de recibir bombonas de butano a domicilio. Es una medida del Gobierno vasco para reducir los accidentes de gas.

Esta revisión la tiene que ordenar el propietario y cuesta unos 60 euros. «Al dueño se le envían tres cartas de aviso para que revise su caldera. Si aun así no lo hace, se le deja de suministrar bombonas a domicilio –explica un responsable de Repsol en Vizcaya–. Así se le obliga a hacer la inspección».

Esta medida se tomó en 2002, pero es ahora cuando se está poniendo en práctica. Eso sí, tardará aún unos meses en afectar a todos los propietarios.

El Gobierno vasco está revisando este mes y el que viene 1.000 hogares para comprobar que cuentan con la revisión anual. Quien no la tenga pagará una multa de 200 a 300 euros.