Los trabajadores de la Escuela de Hostelería La Fonda, en Benalmádena (Málaga), han comenzado este lunes un encierro por el impago por parte de la Junta de Andalucía de ocho nóminas, ya que llevan sin cobrar desde el pasado mes de junio; además de dos pagas extras —julio y diciembre— tampoco abonadas.

La representante de los trabajadores, Carmen Sánchez, ha indicado a Europa Press que en principio el encierro, que se ha iniciado al concluir su jornada laboral, es indefinido, hasta que desde el Gobierno andaluz se les abone alguna de las nóminas pendientes o se les dé, por escrito, una fecha de cuándo se retomarán las clases.

En este centro hay 12 trabajadores, tres de ellos compartidos con la escuela de hostelería La Cónsula, donde las clases sí comenzaron el pasado 7 de enero. En el encierro hay ocho empleados que están bien de ánimos pero desilusionados y "cansados" porque "nos dan muchas fechas pero nada cerrado y ya son mucho lo que han dicho y no han cumplido".

"Nos llaman de la Delegación Territorial de Educación, también de la Dirección General de Formación de la Junta, pero no nos dan una fecha. Dicen que nos van a pagar en unos días pero no cuándo", ha lamentado la representante de los trabajadores.

Sánchez asegura que no tienen "ni pizca de ganas" de mantener este encierro. "Tenemos familia, algunos con niños pequeños pero no tenemos ya nada que perder; son muchos meses y estamos desesperados", ha sostenido.

La nueva demora en el inicio de las clases en esta escuela ha provocado que algunos alumnos hayan renunciado a empleos, "teniendo en cuenta la promesa que se les hizo", y que otros hayan optado por no estudiar en estas instalaciones "porque no pueden seguir pagando el alquiler de una vivienda si no están haciendo nada".

Según ha precisado, hay jóvenes procedentes de Sevilla, de Cádiz o de otros puntos del territorio "a los que se les prometió que en enero se iniciarían las clases y ahora siguen sin saber cuándo las van a empezar". "No es normal", ha lamentado.

Los empleados no cobran desde junio pasado (ocho nóminas —incluyendo la de enero de 2015— y dos pagas extraordinarias) y no están dispuestos a seguir acumulando más impagos. De hecho, la situación para muchos de ellos es crítica y no pueden seguir "tirando de la beneficencia de las familias".