El puente sobre la Circunvalación de Logroño, en la prolongación de la calle Gustavo Adolfo Bécquer se cortará desde mañana, y por espacio aproximado de un mes, para continuar con las obras de construcción de las dos nuevas glorietas en esta calle, en su intersección con la vía de servicio con la Circunvalación y con Lope de Vega.

Así lo ha informado este lunes el concejal de Movilidad, Angel Sáinz Yangüela, quien ha detallado que el corte se realiza sólo al tráfico rodado en el puente de la calle Gustavo Adolfo Bécquer sobre la autovía LO-20 "para poder realizar los accesos al mismo desde las glorietas así como modificar las aceras del citado puente y adecuarlas al nuevo trazado".

Los cortes, que durarán aproximadamente un mes, estarán debidamente señalizados con carteles. La previsión, como ha apuntado el concejal, "es que las obras en las rotondas finalicen el próximo mes de marzo", ya que ahora mismo, se encuentran "en torno a un 65 por ciento de la ejecución de los trabajos", con los bordillos de la glorieta norte, la extensión de mezclas bituminosas y la jardinería en las rotondas como obra pendiente.

Las obras, que comenzaron el pasado mes de septiembre y ejecuta la UTE Bécquer, Alvac S. A. y Construcciones José Martín S.A, "se han desarrollado intentando mantener en la medida de lo posible los distintos flujos del tráfico rodado, habiéndose sufrido a lo largo del tiempo un incesante tráfico de vehículos pesados, tanto camiones como autobuses".

Este tráfico, ha detallado Sáinz Yangüela, "ha condicionado de manera importante los trabajos debido a su mayor radio de giro y las necesidades de espacio que ello conlleva".

Por ello, llegado ya el momento de acometer la adecuación de los accesos al puente desde las glorietas, el Ayuntamiento de Logroño se ha encontrado con la necesidad de modificar los flujos del tráfico rodado restringiendo la circulación a un único carril, el más próximo a la autovía LO-20, tanto en la calle Lope de Vega como en la Vía de Servicio, lo que impedirá el giro de vehículos pesados hacia o desde el puente.

Dos fases.

Los trabajos de conexión de las dos glorietas con el puente se desarrollarán en dos fases de actuación, una primera fase en la que se mantiene el tráfico por las calles Gustavo Adolfo Bécquer y Lope de Vega en la situación actual con la única salvedad del puente.

Mientras, en el vial de servicio, se restringe la circulación al carril izquierdo, permitiendo de este modo acometer la ejecución de los trabajos necesarios de forma que sea posible realizar la pavimentación de las distintas capas base en la glorieta sur y sus accesos así como en los viales de acceso y salida de la glorieta norte.

Una vez ejecutadas las capas bases, en una segunda fase, se trasladaría la circulación al nuevo trazado de forma provisional, para poder finalizar la glorieta norte, la conexión de los accesos al puente desde ambas glorietas además de las isletas que se generan.

El Ayuntamiento de Logroño "ha tenido especial cuidado en la planificación de la obra, evitando cortes totales para interferir los menos posible en el tráfico rodado teniendo en cuenta la intensidad del mismo que recoge la circunvalación", cortes totales que solo podrían ser necesarios en algún momento final de la obra, "para extender la capa de asfalto".

Permeabilidad para cascajos.

Con las nuevas glorietas de la circunvalación en servicio, de 26 y 48 metros de diámetro, "se estará separando aún más los tránsitos de paso de los interiores de la ciudad, dotando además de mayor permeabilidad al barrio de Cascajos, mejorando accesos y salidas y evitando los atascos que había anteriormente".

"Esta era una antigua demanda de los logroñeses que residen en esta zona de la ciudad. Durante los últimos cuatro años se ha procedido a la conexión de Lope de Vega a la altura de la glorieta de Avenida de Madrid, realizada en los primeros meses de la Legislatura o la apertura de Tirso de Molina con Lobete que próximamente será mejorada definitivamente con una nueva glorieta, obras que ya están licitadas", ha apuntado el edil.

Por último, Sáinz Yangüela ha reseñado que "otro de los hitos históricos fue la conexión de los 9.000 vecinos de Cascajos con los de Lobete, gracias a las diferentes calles abiertas con motivo de la integración del ferrocarril".