El Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga ha aplaudido que el Ayuntamiento de la capital baraje ahora la convocatoria de un concurso de ideas para definir el uso de la manzana de los antiguos cines Astoria y Victoria. "Es algo que venimos reclamando desde siempre", ha señalado su decano, Antonio Vargas, quien ha defendido, en este punto, que sea "un proceso abierto a la participación de todos los profesionales y no restringido a unos pocos".

Por ello, Vargas ha dicho al alcalde, Francisco de la Torre, que si de verdad esa es la intención del Ayuntamiento, "cuenta con toda la colaboración y el asesoramiento por parte del Colegio de Arquitectos para el desarrollo de ese concurso".

Y es que, tal y como ha defendido, "los proyectos de ciudad con una cierta singularidad tienen que ser concursados". Además, como profesional y ciudadano, ha reclamado "un urbanismo participativo", de modo que se cuente con la opinión de distintos colectivos y de la ciudadanía a la hora de adoptar una decisión definitiva.

Un concurso,

Algo "obvio"

De todos modos, ha precisado que abrir ahora la posibilidad de convocar un concurso público de ideas, mediante el cual determinar la intervención final sobre este emblemático espacio, tras dar el visto bueno en el pleno del pasado jueves a una moción en este sentido del concejal no adscrito del Ayuntamiento, el también arquitecto Carlos Hernández Pezzi, "es aprobar lo obvio".

Pese a ese carácter lógico de la propuesta, ha hecho hincapié en que "se trata de un avance", en tanto que "al menos en los últimos años no ha sido la pauta habitual por parte del Ayuntamiento". "Su proceder ha sido encargar a los arquitectos de la Gerencia de Urbanismo la redacción de los proyectos básicos, subcontratando luego los de ejecución", ha expuesto.

Vargas ha criticado, al respecto, que desde la compra de estos inmuebles, el equipo de gobierno del PP "haya estado intentado asignarles unos usos para los que creía que podía encontrar financiación privada". Algo que por el momento no ha logrado materializar, pese al trabajo técnico realizado para redactar un pliego de condiciones para sacar a concurso la adjudicación de la construcción de un nuevo edificio y su explotación por parte de una empresa.

Así, ha abogado por trabajar "en la dirección de lo que queremos poner y no en función de lo que a un privado le pueda interesar". "Es algo obvio", ha manifestado, agregando que "si el Ayuntamiento compró por 21 millones de euros esa parcela, se supone que era porque sabía para qué la quería".

El procedimiento lógico en estos casos pasa por que "primero la ciudad decide qué uso y qué edificio quiere, siempre algo asumible, y luego se adjudica la construcción y explotación por otro lado", ha indicado a Europa Press el decano de los arquitectos malagueños.

El ayuntamiento "debe poner dinero"

En cualquier caso, para Vargas, "tampoco tiene mucho sentido convocar un concurso de ideas si no se tiene dinero para hacer luego el proyecto". "Si partimos de la idea de que el privado tiene que asumirlo todo, no saldrán las cuentas y estaremos de nuevo en el punto de partida", ha comentado, agregando, por tanto, que "la Administración debe de aceptar que tiene que poner dinero, como ha hecho con el Centro Pompidou, por ejemplo".

En cuanto a la posibilidad de dejar expedita la manzana para ampliar La Merced, abriéndola a la Alcazaba, es rechazada por el Colegio de Arquitectos, insistiendo en que "estos inmuebles cierran la plaza, lo que es una de las características de las plazas del siglo XIX, configuradas con cuatro fachadas". Tal como ha especificado, "no sólo hay que defender el patrimonio en sí, el edificio en sí, sino también el espacio que configura con su entorno".

Además, Vargas ha incidido en que liberar ese espacio tiene "un problema urbanístico", en tanto que "está calificado como equipamiento en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y no como viario público". "No es algo imposible de solventar, pero en la práctica es muy difícil", ha advertido. Por ello, ha defendido que esa manzana siga acogiendo edificios, no entrando en que sean los actuales u otros de nueva planta.

Sin urgencia para los sondeos arqueológicos

Precisamente, sobre la idea de prolongar la plaza y ante los trabajos de arqueología previstos, el representante del Colegio de Arquitectos se ha preguntado "qué se va a hacer una vez que se haya derribado el Victoria y se hayan hecho las catas, quizá dejarlo como un solar sin más".

En consecuencia, ha mostrado sus dudas ante el hecho de que "se abra un proceso sin saber cómo va a terminar". "Quizá lo que se pretende es forzar la situación para dejar ese espacio como una plaza", ya que "si se tira abajo el Victoria, lo que pide el cuerpo luego es tirar también el Astoria". "Sería, además, la consecuencia lógica si no se tiene dinero", ha alertado.

Sobre las excavaciones arqueológicas en sí bajo el edificio que ocupa el antiguo cine Victoria, para cuya realización el Ayuntamiento contempla que por seguridad habría que demolerlo, ha considerado "positivo" que antes de concretar el destino final de la parcela se sepa qué hay en el subsuelo.

Eso sí, Vargas ha reconocido que le sorprende que "las catas en el Astoria se pudieran hacer sin derribar nada y, sin embargo, no se puedan hacer así en el Victoria". La cuestión, de todos modos, ha destacado, "es que si no se tiene definido todo el proceso, con un proyecto de uso y un calendario fijado, no hay urgencia en hacer esas excavaciones".

Ha aprovechado para resaltar que si la configuración actual de La Merced tiene algún problema, se encontraría en esa mayor apertura en la plaza María Guerrero, por lo que ha opinado que sería "bueno" que el concurso de ideas para definir el diseño de la manzana del Astoria y el Victoria "no se limite a los edificios, sino que sea más ambicioso, de forma que reconstruya esa esquina de la plaza de la Merced".

Es decir, a su juicio, debería establecerse la posibilidad en ese concurso de ideas de "reflexionar sobre el ensanchamiento de calle Álamos cuando llega a la plaza María Guerrero". "Habría que tener una visión más amplia de la intervención, que no tiene por qué estar limitada a los bordes actuales de la manzana", ha reiterado.