El consejero de Presidencia del Principado, Guillermo Martínez, ha señalado este viernes en Gijón que la red de atención a mujeres víctimas de explotación sexual registró en 2014 un total de 400 casos. Las víctimas de la 'trata de blancas', en mayor porcentaje, proceden de Brasil, Nigeria y Rumanía, aunque se está detectando un aumento de casos de mujeres asiáticas.

Martínez, antes de reunirse con responsables de la Fundación Amaranta, dedicada a la atención integral de este tipo de víctimas, acompañado de la directora del Instituto Asturiano de la Mujer, Carmen Sanjurjo, ha aludido a la estrategia del Principado contra la explotación sexual y la 'trata de blancas', que incluye a asociaciones como la que visitan en este día y a otras muchas instituciones tanto públicas como sin ánimo de lucro.

Entre estas entidades, además de Amaranta, ha citado a Accem (Asociación Comisión Católica Española de Migración), Médicos del Mundo o Apram (Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida). En el caso de Amaranta, ha concretado que en 2014 atendió a 90 mujeres y en lo que va de año a siete menores de edad. Ha destacado, asimismo, que se les da una atención integral desde la puesta a disposición de todos los dispositivos sanitarios, recursos contra la violencia de género o de inserción laboral y social.

Una labor, según él, que no por callada, no es invisible dentro del colectivo al que va dirigido y que, de otra forma, carecería de cualquier tipo de protección. Ha incidido, en este sentido, en que en se trata de casos "complejos" en los que en ocasiones hay que tratar con entramados de mafias de explotación sexual.

Martínez ha indicado que el Principado, a través de cuatro consejerías, destinará este año 48.000 euros a este plan de erradicación de la explotación sexual. "Con unos recursos limitados están haciendo una gran labor", ha resaltado.

Sanjurjo, por su parte, ha explicado que la Fundación Amaranta cuenta con un dispositivo de alojamiento y atención integral en la casa que tiene en Gijón, pero también un dispositivo móvil para dar información y asesoramiento en aquellos lugares donde suele haber prostitución.

Difícil acceder

Es por ello, que ha apuntado que existe una derivación desde los Servicios Sociales a estos centros de atención, pero también a través del trabajo realizado por las propias asociaciones y que ha asegurado que es "muy útil". Ha incidido, en este sentido, en que de otra manera sería "difícil" que acudan a los recursos públicos.

Sobre el perfil, ha apuntado que al margen de Brasil, Nigeria y Rumanía, también hay españolas, aunque en menor porcentaje, y se está detectando "una entrada significativa" de casos de asiáticas. No obstante, sobre estas últimas ha señalado que suelen estar en clubes, por lo que es "muy difícil" el acceso a ellas y de hecho aún no se ha conseguido.

Ha remarcado, además, que se trata de casos muy diferentes en los que influye la cultura del país de procedencia y el idioma, a lo que ha visto necesario definir procedimientos para ser capaces de diseñar un itinerario de recuperación e inserción. Aún así, ha apreciado "buena receptividad" por parte de estas mujeres y ha incidido en que se apuesta por un trabajo educativo y de sensibilización general de la población, así como uno de detección, recuperación y apoyo a esas mujeres.