El rector de la Universidade de Santiago de Compostela, Juan Viaño, opina que "no es el momento" de reformar los grados y además advierte de que el decreto de ordenación de los estudios universitarios que el Gobierno prevé aprobar este viernes es "malo". Con él, la USC perderá "de inmediato" unos 4.300 alumnos.

En declaraciones a los periodistas antes de participar en un acto con empresarios para la presentación de becas del Banco Santander, Viaño ha explicado su posición al respecto, que es que está "completamente de acuerdo" con las recomendaciones que trasladó la conferencia de rectores. "En el sentido de que no es el momento", ha apuntado.

En este sentido, ha destacado que este "es un debate que ya se ha hecho hace 10 años, cuando se inició la reforma de Bolonia", por lo que ha considerado que "en este momento no procedía, puesto que viene en un momento en el que se están simplemente teniendo las primeras promociones de los grados de cuatro años". Y por ello, ha indicado, "están sin evaluar los resultados, sin evaluar la viabilidad de la reforma".

"Por lo tanto, no es el momento", ha reiterado, antes de calificar el decreto de "malo" y avisar de que "económicamente" a la universidad compostelana le va "a desfavorecer", ya que perderá "4.300 alumnos de inmediato, al suprimir los alumnos de cuarto".

Viaño ha señalado que no dispone de la valoración económica "exacta" que supone esta pérdida, pero ha constado que "supone una merma por supuesto" de los ingresos de la institución, algo que "es evidente".

Problema de acceso

Cuestionado por el problema de acceso que puede suponer este cambio, el rector santiagués ha apuntado que "está por ver qué capacitación van a producir" los títulos de tres años, "y qué salida van a tener en el mercado laboral".

"Porque hay que pensar que las profesiones reguladas sí quedarían en cuatro años. Por tanto, estaríamos en una situación que comparada con la situación de las licenciaturas pasadas, resulta que serían las licenciaturas de ciencias básicas, humanidades, ciencias sociales... las que tendrían tres años. Y en cambio las profesiones reguladas (maestro, enfermería, etcétera), tendrían cuatro, que eran las antiguas diplomaturas", ha expuesto.

En este sentido, ha resaltado que se estaría "abocado a que esos alumnos tengan que hacer un máster para poder competir en el mercado de trabajo con mayores garantías", en un panorama en que "las tasas en los másteres son aproximadamente el doble de las tasas en grado". En esta línea, ha concluido que "eso dificulta la llegada de los alumnos y trae unas dificultades económicas para las familias, sin duda".

Consenso santiago-A CORUÑA-VIGO

Al respecto de la posibilidad de que las tres universidades gallegas lleguen a acuerdos para unificar la oferta, ha esperado que así sea. "Espero que no —ha dicho, sobre la posibilidad de que haya títulos en la comunidad con dististas duraciones—, porque efectivamente una de las carencias del decreto es que introduce una desregularización y una flexibilización inaudita", ha censurado.

Acerca de esta desregularización, ha reprobado que "podría permitirse, llevado al máximo, que un título tuviera una duración en una universidad y otra distinta en otra universidad, en el mismo país, cosa que es inaudita". "Yo creo que eso las universidades tratarán... y creo que la reunión de la conferencia de rectores es precisamente en esa dirección, para ver cómo se puede aplicar y en qué condiciones se puede hacer para no introducir más ruido en el sistema; o el menos ruido posible", ha sostenido.

ACATAMIENTO

Por último, en cuanto a un posible plante por parte de las universidades frente al decreto, ha afirmado que "no diría que esté completamente rechazada" esa opción de no acatarlo, pero "lo cierto", ha añadido, "es que ya había universidades, sobre todo catalanas, que eran proclives y partidarias de este sistema".

Debido a esto, ha visto "difícil alcanzar unanimidad en la no implantación". "No lo veo posible", ha agregado, antes de avisar de que, además, "estarían las universidades privadas, que para ellas sí tiene un gran atractivo poder poner títulos de tres años".

En este extremo, sobre si son las grandes beneficiadas, ha matizado que "está por ver". Así, no se ha atrevido "a decirlo", porque "el debate sobre los grados de tres años no está cerrado, tampoco en la universidad pública". "Es cierto que la confluencia con Europa también hace pensar en esa posibilidad. Sería muy arriesgado decir que solo beneficia a las universidades privadas. No me atrevo a decirlo", ha reflexionado.