El 'selfie', desde el siglo XVII hasta hoy, en cien obras de arte

  • Una exposición temática sobre 'imagen e identidad' indaga en el rol del autorretrato como obsesivo tema de interés artístico.
  • Reúne desde el último retrato de sí mismo que pintó Van Dyck en 1640 hasta los que el artista Ian Breakwell pintó en 2004 mientras se moría de cáncer.
  • En la amplia muestra hay obras desde consumados autorretatistas como David Hockney y Gilbert & George, hasta piezas no muy conocidas de Turner y Delacroix.
Obra del artista nigeriano-británico Yinka Shonibare
Obra del artista nigeriano-británico Yinka Shonibare
Courtesy Danjuma Collection © Yinka Shonibare MBE. All Rights Reserved, DACS 2014
Obra del artista nigeriano-británico Yinka Shonibare

A veces puede dar la impresión de que el selfie, al que desde ahora llamaremos, huyendo del anglicismo, por su exacta traducción española de autorretrato, es una moda reciente y que la circulación de la propia imagen responde al hedonismo creciente con que se mueven los individuos, sobre todo los más alienados, a causa de las nuevas reglas de la sociedad electrónica. Nada más lejos de la realidad, como se puede comprobar visitando cualquier museo —y ahora resulta especialmente fácil por el excelente uso que hacen algunos de la virtualidad—: el autorretrato lleva siglos con nosotros.

A partir del último retrato de sí mismo que pintó un año antes de su muerte el maestro flamenco Anthony van Dyck (1599-1641), el primer pintor de celebrities del Reino Unido —como ven, tampoco el morboso culto a la fama es nuevo—, está montada la exposición Self: Image and Identity, un recorrido por cuatro siglos de autorrepresentaciones de artistas. La muestra, hasta el 10 de mayo en el museo inglés Turner Contemporary de Margate (Kent), propone una indagación en el rol del autorretrato como obsesivo tema de interés artístico.

'Siglos recreando su imagen'

Con cien obras en exposición —óleos, dibujos, grabados, fotos, vídeos, cine y multimedia—, los promotores de la muestra quieren demostrar que los creadores "llevan siglo recreando su propia imagen" por muchas razones, entre ellas promocionarse, preservar su recuerdo y legado, practicar el estilo figurativo, realizar pronunciamientos políticos o anotar apuntes biográficos. "La exploración de la autorrepresentación ha dado forma al arte occidental", resumen desde el museo.

Como pieza de partida para la muestra la pinacoteca ha elegido el autorretrato de Van Dyck, pintor de la corte de Carlos I y uno de los artistas que mayor influencia dejaron en Gran Bretaña en su tiempo, sobre todo porque se trataba del primer gran retratista que se desplazó al país con encargo de dejar constancia de los notables del reino. Self: Image and Identity es la primera exposición en la que se mostrará públicamente el cuadro ovalado, que fue comprado en 2014 por la National Portrait Gallery gracias a aportaciones de dinero público y de 10.000 donantes particulares.

'Historia, fama, género...'

Tomando el delicado retrato como punto de partida, la amplia muestra concluye en nuestros días, con obras tan expresivas como los Diagnosis Drawings que pintó en 2004 Ian Breakwell a partir de recibir el diagnóstico del cáncer que lo llevó a la muerte al año siguiente. En medio de ambos extremos las obras de la muestra están organizadas por temas: historia, fama, coleccionismo, género y acercamientos contemporáneos.

Hay desde obras de artistas que usan el autorretrato como forma casi única —David Hockney, Gilbert & George—, hasta piezas poco conocidas de maestros como Turner, Delacroix y Constable, pasando por grandes renovadores del género como Lucian Freud, Louise Bourgeois —con varias de sus esculturas de bronce en las que se muestra con forma de animal—, Tracey Emin, Damien Hirst y Gillian Wearing.

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