Diez consejos para respetar los entornos naturales

  • Actuar de forma respetuosa con el medio ambiente en los entornos naturales es primordial para ayudar a la conservación de las especies.
  • Ponte una ropa adecuada a la actividad que vayas a realizar en el entorno natural y que te proteja de los riesgos a los que te expongas.
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Uno de los paseos de las Tablas de Daimiel
Uno de los paseos de las Tablas de Daimiel
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Uno de los paseos de las Tablas de Daimiel

La mano del hombre está detrás de buena parte de la destrucción del hábitat natural, pero cada persona, de manera individual, puede cooperar en la conservación de la biodiversidad. Hablamos con Salvador Ortega Pascual, capitán de la Jefatura del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, para conocer de primera mano la forma de actuar más respetuosa con el medio ambiente cuando salimos a un entorno natural.

  • Antes de salir de casa. Ponte una ropa adecuada a la actividad que vayas a realizar en el entorno natural y que te proteja de los riesgos a los que te expongas. Escoge un color fácilmente localizable en caso de emergencia, y en época de caza, que te distinga claramente de los animales.
  • Transporte. Desplázate al entorno natural, en la medida posible, en transporte público, en bici o a pie. Si utilizas vehículo privado, estaciónalo siempre en las zonas habilitadas para ello.
  • ¿El campo es de todos? No, tiene sus dueños, sean estos las administraciones públicas o particulares. Comprueba si está permitida la circulación de personas ajenas, si hay limitación del libre movimiento y, si vas en vehículo, utiliza exclusivamente los viales habilitados.
  • Actividades deportivas. Hay algunas prohibidas en función del tipo de territorio. Ante la duda, consulta.
  • ¿Puedo llevar mascotas? Sí, pero ten en cuenta que las normativas de caza establecen medidas para evitar la caza furtiva o accidental de piezas por los animales domésticos. Lee la normativa. Hay normas que regulan, por ejemplo, la distancia a la que se puede alejar un perro de su dueño.
  • Camina con cuidado. Presta especial atención al firme y evita pisar las zonas donde se esté tratando de repoblar la vegetación. Utiliza los caminos o sendas ya constituidos, el impacto ambiental sobre la flora será mucho menor.
  • Recolección de plantas. Existen una serie de especies cuya recolección, con vistas a su conservación, está prohibida (especies amenazadas) o regulada (madera para leña, por ejemplo). En las propiedades privadas es necesario el consentimiento del titular.
  • Ruidos excesivos. Alteran gravemente el hábitat de las especies, sobre todo en época de especial sensibilidad para la fauna, como la cría. Elude su perturbación innecesaria, y evita dar de comer a animales silvestres. Si encuentras un animal en la carretera, indica su existencia a los usuarios de la vía que pudieran verse afectados y a las autoridades competentes.
  • Ojo con los residuos que generas. Recoge siempre tus desechos; si no hay papeleras, llévatelos hasta el primer punto habilitado. Si la basura es ajena, colabora. Los desechos biodegradables suponen un riesgo menor, pero no es buena idea abandonarlos. Tienen un periodo de descomposición a veces prolongado, y si la zona es de alta afluencia, se convertiría en basurero y podría incluso generar problemas de contaminación de acuíferos y cursos de agua.
  • Prevé los incendios. No utilices elementos que puedan generar chispa. Haz fuego solo bajo las condiciones y en los lugares que se hayan establecido legalmente. Respecto al tabaco, fuma solo en los entornos naturales en los que no esté prohibido; apaga bien la colilla y llévatela hasta un punto de recogida de residuos en vez de tirarla al suelo.
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