El hijo del José Manuel Fernández Castiñeiras, también acusado en la causa por el robo del Códice Calixtino, fue la persona que informó a la Policía de la existencia de un trastero en O Milladoiro en el que, posteriormente, se localizó el manuscrito medieval.

Así lo ha afirmado este lunes Antonio Tenorio, jefe de la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional y persona que lideró la investigación policial que recuperó el Códice Calixtino en julio de 2012.

Según ha apuntado en su declaración como testigo, la Policía sospechó "desde el primer momento" de Fernández Castiñeiras como ladrón del Códice, aunque se sorprendió al encontrar en su domicilio grandes cantidades de dinero, ya que "no había ninguna denuncia" en este sentido.

Tras registrar hasta cuatro viviendas de los detenidos y dos plazas de garaje, en las que no se encontró ni rastro del Códice, Tenorio ha contado ante el tribunal que fue el hijo de Fernández Castiñeiras el que les dijo en el calabozo que existía una tercera plaza de garaje que su padre utilizaba como trastero. En este lugar se localizó, envuelto en papeles y plásticos, el Códice Calixtino.