90 años de cárcel para el jefe policial del asalto a la embajada española en Guatemala

  • Un tribunal de Guatemala condena al exjefe policial Pedro García Arredondo, que dirigió la operación policial que acabó con una masacre en la embajada española en enero de 1980.
  • En el asalto y el posterior incendio, murieron 37 personas, tres de ellas españolas.
  • A la lectura del veredicto asistió el embajador español en el país y la premio Nobel Rigoberta Menchú.
  • España se muestra "satisfecha" y "felicita a la Justicia guatemalteca".
Un tribunal penal declaró hoy, 19 de enero de 2015, culpable, y condenó a 90 años de prisión, al exjefe policial Pedro García Arredondo (c), único acusado por el asesinato de 37 personas quemadas el 31 de enero de 1980 en la embajada de España en Guatemala.
Un tribunal penal declaró hoy, 19 de enero de 2015, culpable, y condenó a 90 años de prisión, al exjefe policial Pedro García Arredondo (c), único acusado por el asesinato de 37 personas quemadas el 31 de enero de 1980 en la embajada de España en Guatemala.
EFE/Stringer
Un tribunal penal declaró hoy, 19 de enero de 2015, culpable, y condenó a 90 años de prisión, al exjefe policial Pedro García Arredondo (c), único acusado por el asesinato de 37 personas quemadas el 31 de enero de 1980 en la embajada de España en Guatemala.

Un tribunal penal de Guatemala ha declarado este lunes culpable, y ha condenado a 90 años de prisión, al exjefe policial Pedro García Arredondo, único acusado por el asesinato de 37 personas quemadas el 31 de enero de 1980 en la embajada de España en dicho país.

García Arredondo, de 69 años, "incurrió en los delitos de asesinato, asesinato en grado de tentativa y delitos contra los deberes de la humanidad", según el veredicto del Tribunal B de Mayor Riesgo durante la lectura de la sentencia, en la tarde de este lunes, después de cuatro meses de audiencias.

García Arredondo, quien por la mañana había ratificado su inocencia en la última sesión del juicio, dirigía un comando de la ahora extinta Policía Nacional (PN) y según la Fiscalía fue quien dio la orden de incendiar la representación consular.

Específicamente, el exfuncionario fue condenado a 40 años de prisión por el asesinato de las 37 personas y a otros 50 años por la muerte de los estudiantes universitarios Gustavo Hernández y Jesús España, quienes fueron acribillados al asistir a los sepelios de las víctimas en la embajada dos días después.

El exjefe policial fue capturado el 24 de julio de 2011 por la desaparición forzada, el 9 de junio de 1980, de otro estudiante universitario, Edgar Saenz Calito, delito por el que fue condenado a 70 años de prisión en 2012.

García Arredondo "utilizó los medios para asegurarse de la muerte de quienes se encontraban dentro de la embajada", explica el fallo de los tres magistrados del tribunal, leído por la jueza Sara Yoc Yoc. De hecho, el auto habla de un "aparato" que aceleró el fuego con el que se referiría a un lanzallamas que utilizó un agente.

La masacre se registró cuando las fuerzas de seguridad del régimen militar de Guatemala que dirigía el general Fernando Romeo Lucas García (1924-2006) asaltaron la embajada española, después de que fuera ocupada por campesinos y estudiantes guatemaltecos que denunciaban la represión militar.

De acuerdo al tribunal, quedó "comprobado" que la PN "ni siquiera intentó el diálogo" con las autoridades diplomáticas de la embajada española.

En el asalto murieron quemadas 37 personas, entre ellas el cónsul español, Jaime Ruiz del Árbol Soler, y sus compatriotas y empleados de la delegación Luis Felipe Sanz y María Teresa Vázquez.

El embajador de España en Guatemala en aquel momento, Máximo Cajal y López, y el campesino guatemalteco Gregorio Yujá fueron los únicos supervivientes del asalto. Yujá, sin embargo, fue secuestrado dos días después de la masacre y su cuerpo apareció, con signos de tortura, el 2 de febrero de 1980 en la rectoría de la estatal Universidad de San Carlos de Guatemala, símbolo de la izquierda estudiantil en aquel momento.

Aquel día también murieron quemados Vicente Menchú y Francisco Tum, padre y primo, respectivamente, de la premio Nobel de la Paz de 1992, Rigoberta Menchú, quien fue la primera testigo de la fiscalía en contra del exjefe policial y quien además es querellante en el caso.

Los argumentos del veredicto fueron leídos durante casi 90 minutos en la Sala de Vistas de la Torre de Tribunales del Organismo Judicial guatemalteco, ante alrededor de 300 personas que estallaron de júbilo por el veredicto al final de la lectura.

Entre los asistentes al juicio se encontraba el embajador de España en Guatemala, Manuel Lejarreta, además de la misma Menchú, quien celebró con lágrimas en los ojos el veredicto.

España satisfecha porque se ha hecho justicia 35 años después

El Ministerio de Asuntos Exteriores español ha emitido un comunicado este martes en el que "muestra su satisfacción y felicita a la Justicia guatemalteca por que, 35 años después, haya juzgado estos hechos de acuerdo a las leyes".

En dicho escrito, se asegura que "el Gobierno español ha seguido atentamente el jucio". "Aquellos lamentables hechos constituyeron una flagrante violación por parte de agentes del Estado de Guatemala de la inmunidad diplomática de la Embajada de España y provocaron la muerte de 37 personas, incluyendo 7 funcionarios y empleados públicos de la delegación".

Del mismo modo, se afirma que "un fallo unánime es un importante paso que contribuye significativamente a dignificar la memoria de las víctimas y sus familiares.

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