Los Chichos, Raphael, Shakira, Julieta Venegas, David Guetta... Y tú, ¿qué pintas en este festival?

En cantante Raphael, en una imagen de archivo.
En cantante Raphael, en una imagen de archivo.
JORGE PARÍS
En cantante Raphael, en una imagen de archivo.

"Esto sí que tiene guasa", ha pensado más de un viñarockero este lunes al conocer la última tanda de artistas que se han sumado al cartel del festival nacional de rock de Villarobledo, que este año contará con Los Chichos como actuación estelar; una confirmación que no ha dejado indiferente a nadie.

El festival Viña Rock, que se celebrará el próximo mes de abril en Albacete, quiere celebrar por todo lo alto su vigésimo aniversario al son del Ni más ni menos del grupo vallecano de rumba más emblemático del panorama nacional; una apuesta arriesgada que ha generado todo tipo de críticas en las redes sociales por parte de los fieles a esta cita musical. Incluso hay quien se ha atrevido a compararlo con la apuesta del Sonorama Ribera de 2014.

Hace exactamente un año, la confirmación de Raphael como cabeza de cartel en la decimoséptima edición del Sonorama, festival veterano de la escena musical española que promete variedad gastronómica a golpe de pentagrama en Aranda de Duero, provocó todo un 'escándalo' entre los más acérrimos a esta cita anual que defiende a los grupos y artistas indies nacionales.

Consciente de las críticas que incendiaron las redes sociales durante semanas, el de Linares aplicó su propio Digan lo que digan gritando a los cuatro vientos que "si hay alguien independiente en España" ese es él.

"Indie no significa otra cosa que independiente. Lo que me pregunto es cómo no he ido antes, porque si hay un artista que siempre ha hecho lo que ha considerado que tenía que hacer y que ha sido patrono de sí mismo, ese soy yo", defendió abiertamente Raphael, generando todo tipo de comentarios que se preguntaban irónicamente si Mi gran noche iba a estar a la altura de un cartel que reunía durante cuatro días a Niños Mutantes, Izal o El columpio asesino.

Y la organización del espectáculo, ante tanto revuelo, no dudó en defender rápidamente su decisión. "Traer a Raphael era una apuesta arriesgada, corríamos el riesgo de que no se entendiera, pero ha salido bien". De hecho, lejos de ahuyentar a los escépticos, el fichaje sorprendente y polémico del andaluz aumentó la venta de entradas del festival un 20% repecto a 2013 y, además, el intérprete consiguió el aplauso de un público que bailó los éxitos de toda la vida con la misma intensidad que Pánico práctico de Izal.

La última cita nacional en sumarse a esta moda de apostar por estilos musicales diferentes para romper con la tradición ha sido el Sónar, el festival de música electrónica cuya edición de 2015 encabezará Duran Duran, icono de la new wave británica de la década de los 80; una confirmación que ha generado un aluvión de críticas en las redes sociales.

Lo comercial como sinónimo de polémico

Algo similar ocurrió hace cuatro años en el Festival Internacional de Benicàssim (FIB), cuando los organizadores anunciaron a bombo y platillo la incorporación de la cantautora mexicana Julieta Venegas, que ese año compartió cartel con grupos tan alejados de su estilo musical como Arcade Fire, The Strokes o The Streets. La noticia encendió a los cientos de fibers, que mostraron su indignación en Twitter comparando el fichaje de Venegas con King África.

Comentarios como "el FIB hace tiempo que chochea", "¿Qué narices es lo próximo... King Africa con los Rolling?" o "Julieta Venegas son Daft Punk" bombardearon la red de microblogging durante semanas. Incluso hubo algún asiduo al festival que decidió transformar su indignación en una página de Facebook que, en concreto, llevaba por título: Modernos ofendidos y ultrajados xq Julieta Venegas toque en el FIB. 

Ante la incesante lluvia de críticas, la dirección del festival de arte contemporáneo independiente justificó la aparición de la mexicana asegurando que su música pop es diferente, puesto que se trata de "una compositora de canciones de personalísimo estilo, de instrumentación elegante y letras tan directas como líricas".

Lejos de arrepentirse o cambiar de estrategia, la organización de la cita castellonense decidió arriesgar de nuevo un año más tarde (2012) con el fichaje del exitoso y millonario dj francés David Guetta; una incorporación que volvió a poner en tela de juicio al festival en el año que cumplía su mayoría de edad. Muchos se aventuraron a mostrar su sorpresa comentando que los organizadores del evento habían "perdido la cabeza" o que "este es el fin que anunciaron los mayas". Desde luego, lo comercial parece enfurecer a los asiduos del panorama festivalero nacional.

Panorama internacional

Aunque el panorama internacional suele ser más tolerante, con carteles variados y festivales sin cortes estilísticos específicos —como Rock in Rio, que es capaz de mezclar a Manu Chao con Metallica o David Guetta—, esto no siempre ha sido así. De hecho, el rapero estadounidense Jay Z se convirtió en el blanco de todas las críticas en 2008, cuando la cita británica Glastonbury le situó como cabeza de cartel junto a The Verve y Kings of Lion.

"Lo siento, pero… ¿Jay-Z? Ni en broma“, sentenció Noel Gallagher, de Oasis. Para añadir que "Glastonbury tiene una tradición de música con guitarras e incluso cuando se salen un poco de la línea puedes ver a Kylie Minogue un domingo. Pero no voy a tener hip-hop aquí. Está mal".

Shakira, que también se sumó al evento musical de Reino Unido en 2010, también recibió lo suyo por parte del mismo Gallagher. "Lo único que sabe hacer es sacudir sus caderas en el escenario. Las actuaciones de Glastonbury decayeron... Shakira, Lady Gaga... ¿Quién sigue, Justin Bieber?", comentó irónicamente.

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