La intensificación de la competencia es el segundo mayor riesgo para las empresas españolas que, aunque como las del resto del mundo tienen en la interrupción del negocio y en la ruptura de suministros su principal preocupación, se diferencian del resto por ver más riesgo en la competencia.

Así lo recoge el Barómetro de Riesgo 2015 de la aseguradora Allianz, que ha encuestado para el mismo a más de 500 gestores de riesgos y expertos de seguros empresariales de Allianz y empresas multinacionales de 47 países.

El estudio atribuye ese mayor miedo a la competencia a la “larga crisis” que está sufriendo la economía española.

El barómetro detecta un cambio en la percepción de riesgos por parte de las empresas españolas. Así,  las consecuencias de los programas de austeridad, que eran vistas como el mayor riesgo, pasan de la primera a la tercera posición, donde también están los incendios.

Entre los diez primeros riesgos aparecen, por primera vez, los problemas de calidad y defectos en serie junto al cibercrimen.

En el conjunto del mundo los principales riesgos que perciben las empresas son, por este orden, la interrupción del negocio y la ruptura de la cadena de suministro (46% de los encuestados), las catástrofes naturales (30%), y los incendios y explosiones (27%).

Los riesgos que más se han incrementado son los cibernéticos (17% de los encuestados ) y los políticos (11%).

La ciberdelincuencia y los fallos informáticos se sitúan por primera vez entre las cinco amenazas empresariales más importantes en todo el mundo.

En Alemania, el Reino Unido y Estados Unidos los ciberriesgos son ya uno de los tres riesgos empresariales más importantes.

Los daños a la reputación (61%) y la interrupción del negocio (49%) se consideran como las causas principales de perjuicios económicos tras un accidente cibernético.

En este sentido, el consejero de Allianz Global Corporate & Specialty (AGCS) (división de la aseguradora especializada en riesgos empresariales), Chris Fischer Hirs, señala que “las catástrofes naturales o los ciberataques pueden interrumpir la actividad empresarial no sólo de una compañía, sino de sectores enteros o infraestructuras estratégicas”.

Fischer ha añadido que “identificar de forma temprana las repercusiones de cualquier interconexión puede ayudar a mitigar o prevenir las pérdidas”.

Por otro lado, la agitación política y social ocupa el puesto número nueve en el barómetro de riesgos de Allianz tras escalar nueve posiciones frente a la encuesta del año pasado.

Este riesgo figura, por primera vez, entre los diez más importantes en la región de Europa, Oriente Próximo y África, ocupando la octava posición en el barómetro, y en el caso de un país como Ucrania se sitúa en primera posición.

Además, la agitación política y social es la segunda causa de perturbaciones de la cadena de suministro (53%) tras las catástrofes naturales.

El director de Gestión de Crisis en AGCS, Chistof Bentele, afirma que “la situación geopolítica sigue deteriorándose y eso hace más vulnerables a las empresas”.

Además, en 2015 el descenso de los precios del petróleo podría constituir otra fuente de tensiones políticas, ya que el abaratamiento del crudo repercute en los presupuestos de los países cuyos ingresos dependen mucho del petróleo.

Allianz afirma que la lucha contra los riesgos políticos y el terrorismo aparecen como los principales retos para las empresas en materia de gestión de riesgos durante los próximos cinco años.

Por regiones, en Europa, Oriente Medio, África y América los ciberriesgos suben con fuerza y se colocan entre los diez peligros más importantes, pero no están entre las diez amenazas principales en la región de Asia-Pacífico.

En Estados Unidos la escasez de personal cualificado y el envejecimiento de la población activa es un motivo de creciente preocupación que entra por primera vez en el grupo de los diez primeros riesgos en ese país.

La posibilidad de un estancamiento de la economía o el declive de los mercados figura entre los diez riesgos más importantes en Asia-Pacífico.

Por sectores, los cambios en la legislación y la regulación (33%) siguen siendo la mayor causa de preocupación para los servicios financieros.

Al sector del transporte marítimo le preocupa una mayor competencia (29%), mientras que a la industria del transporte general le inquietan los robos (47%).

Las consecuencias de catástrofes naturales (42%), como terremotos, siguen siendo el riesgo más importante para el sector de la ingeniería y construcción.

Para el sector de la fabricación, el riesgo principal es la interrupción del negocio (68%), preocupación que ha crecido y que hace doce meses era de un 60%. Un crecimiento que Allianz achaca a que aumentan las probabilidades de que se declaren grandes siniestros en algunos sectores como los semiconductores o la automoción.

El cambio climático, las catástrofes naturales y las innovaciones tecnológicas (impresión en 3D o nanotecnología) ocupan los primeros puestos de la agenda de gestión de riesgos a largo plazo.