Al menos cuatro personas han fallecido este domingo y otro medio centenar han resultado heridas por un atentado suicida en una estación de autobuses de la localidad nigeriana de Postiskum, donde un coche cargado de explosivos se precipitó contra otros vehículos, confirmó la Policía a los medios locales.

El atentado ocurrió sobre las 10.30 hora local en una estación de las afueras de la citada ciudad, capital económica del estado de Yobe, uno de los más asediados por el grupo yihadista Boko Haram.

Según relató la Policía a los medios locales, el vehículo conducido por el atacante repostó gasolina junto a la estación y, cuando parecía que iba a reincorporarse a la circulación, se precipitó contra otros coches que en ese momento recogían a pasajeros.

En el ataque también falleció el supuesto terrorista y entre los heridos hay varios de gravedad que podrían incrementar el número de muertos.

El pasado domingo esta misma localidad sufrió otro atentado en el que fallecieron siete personas por una doble explosión en un mercado popular.

El ataque más grave lo sufrió el pasado 10 de noviembre, cuando 48 personas murieron por la explosión de una bomba en una escuela de Secundaria.

Aunque nadie ha reivindicado el atentado de este domingo, todas las sospechas apuntan a la milicia radical Boko Haram, cuyo nombre significa en lenguas locales "la educación no islámica es pecado" y autora de múltiples ataques en el norte del país

El grupo, que lucha por instaurar un estado islámico en Nigeria, mantiene una sanguinaria campaña en el país, donde han muerto más de 3.000 personas en lo que va de año, según datos del Gobierno nigeriano.

El grupo islamista Boko Haram ha secuestrado a 80 personas, entre ellos 50 niños de edades comprendidas entre los 10 y los 15 años, y ha matado a otras tres durante una incursión en dos poblados de Camerún, según han informado fuentes oficiales.

El asalto ha tenido lugar a primera hora de este domingo en las aldeas de Mabass y Makxy, situadas en localidad de Tsanaga Mayo, en el norte del país y cerca de la frontera con Nigeria, según el portal Camerún Info.

Originalmente, según las fuentes del medio, el objetivo de los islamistas era avanzar sus posiciones en el norte de Camerún pero fueron repelidos por el Ejército.

Se especula con la posibilidad de que, en su frustración, los milicianos decidieran en el último momento entrar en los pueblos y secuestrar y asesinar a la población, siguiendo su 'modus operandi' tradicional.

El portavoz del Gobierno, Issa Tchiroma, ha confirmado el ataque y ha precisado que cerca de 80 domicilios han sido destruidos por el grupo.