Israel ataca Gaza, mientras en Palestina ya se habla de guerra civil

  • Ayer por la tarde el tercer alto el fuego entre facciones palestinas se rompió en pocas horas.
  • Fuentes oficiales aseguraron que durante esta noche varias personas han disparado contra la guardia que custodia la residencia de Ismail Haniye.
  • Por su parte, la ministra de Relaciones Exteriores de Israel, Tzipi Livni, dijo que su país podría intensificar los ataques militares contra Gaza.

Un oficial del gobierno palestino, simpatizante de Hamás, declaró que varios hombres de identidad aún desconocida abrieron fuego esta noche contra los guardias que protegen la residencia del Primer Ministro palestino, Ismail Haniye.

El oficial, que quiso permanecer en el anonimato, aseguró que desconocía si había heridos y las consecuencias del tiroteo.

Ataque israelí, 23 muertos

Al menos 23 palestinos murieron este miércoles en feroces enfrentamientos entre facciones rivales en Gaza, e Israel lanzó una serie de mortíferos ataques aéreos contra los dominantes islámicos.

Funcionarios palestinos dijeron que el agravamiento de las hostilidades podía derribar el Gobierno de unidad formado hace dos meses entre Hamás y Fatah. Algunos palestinos consideran que esto podría llevar a una guerra civil abierta y al fin de la Autoridad Palestina.

Los residentes de Gaza, aterrorizados, se escondieron en sus casas mientras hombres armados luchaban corriendo de calle en calle. En una llamada desesperada a una emisora de radio local, una mujer apeló a los líderes palestinos para que actúen: "No nos dejen morir aquí", rogó.

El mayor ataque aéreo israelí destruyó un edificio usado por la Fuerza Ejecutiva de Hamas en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, pero el ejército del Estado judío señaló que la operación no estaba relacionada con las luchas internas en el territorio, que han dejado al menos 40 muertos desde el viernes.

Un posterior ataque aéreo en el norte de Gaza mató a otro militante de Hamás e hirió a dos palestinos, dijeron residentes.

Mientras ocurrían las batallas en Gaza, militantes disparaban cohetes hacia el sur de Israel, causando heridos pero no muertes, en un intento aparente de llevar a Israel a la pelea.


Israel dijo que los ataques aéreos, los más letales desde una tregua declarada en Gaza en noviembre pasado, tuvieron como objetivo un centro de comando en Rafah usado por Hamás para planear ataques y un lanzador de cohetes.

La Fuerza Ejecutiva, que lleva adelante la lucha contra Fatah, negó que el edificio fuera usado para esos fines y dijo que los ataques probaban que Israel estaba tomando partido.

"Los ataques se recrudecerán"

La ministra de Relaciones Exteriores de Israel, Tzipi Livni, dijo que su país podría intensificar los ataques militares en la Franja de Gaza, en respuesta a un resurgimiento de los disparos de cohetes palestinos a través de la frontera.

"Hasta ahora, hemos demostrado moderación, pero esta situación no es tolerable", dijo Livni a periodistas tras mantener consultas de seguridad con el primer ministro Ehud Olmert y el ministro de Defensa Amir Peretz.

Israel se encuentra en una delicada situación y está bajo fuerte presión doméstica para detener los ataques con cohetes y también quiere que Fatah logre asestarle un golpe a Hamas. El martes aceptó dejar ingresar a 450 efectivos de Fatah a Gaza desde Egipto.

Pero la ayuda de Israel a Fatah puede volverse en su contra si Hamas es capaz de mostrar al presidente palestino, Mahmoud Abbas como un aliado de los judíos.

"No intervendremos en la guerra en sí, pero si el señor Abbas solicita ayuda específica, la proveeremos", dijo a periodistas en Estonia el viceprimer ministro de Israel, Shimon Peres.

Débil alto el fuego

Hamás y Fatah decretaron un alto el fuego durante la tarde de ayer, pero intercambios de disparos y explosiones han continuado escuchándose a lo largo de la franja.

Dos funcionarios de seguridad de Fatah murieron en distintos enfrentamientos y cuatro más fueron heridos. Los bandos disputan sobre quién disparó primero.

Más temprano, hombres armados de Hamás irrumpieron en la casa del máximo jefe de seguridad del presidente Abbas, Rashid Abu Shbak, dispararon morteros al complejo presidencial en Gaza y prendieron fuego al edificio en donde vive el líder de los servicios de seguridad pro Fatah.

Algunos funcionarios occidentales dicen que un eventual colapso del Gobierno podría permitir que Abbas asuma más control, lo cual facilitaría el levantamiento del embargo de la ayuda occidental, antes de posibles elecciones anticipadas.

Un funcionario palestino dijo que Abbas había cancelado un viaje planeado a Jordania y que iba a trasladarse a Gaza para tratar de restaurar la calma. Algunos líderes de Fatah lo han instado a declarar el estado de emergencia, que le permitiría gobernar por decreto durante un período limitado de tiempo.

Los poderes de Occidente expresaron su alarma por el espiral de anarquía que remarca la falta de conversaciones de paz con Israel: "Es claro que todos necesitan trabajar con el presidente Abbas para calmar la situación", dijo el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Tom Casey.

En el ataque individual más mortífero en la ronda de enfrentamientos recientes, cinco hombres armados de Hamas detenidos y dos escoltas de Fatah resultaron muertos cuando su vehículo, que viajaba a un centro de detención, fue atacado.

Funcionarios de seguridad dijeron que el auto fue blanco de un ataque de combatientes de Hamas, pero un portavoz de la Fuerza Ejecutiva del grupo dijo que fueron "ejecutados (...) a sangre fría" por miembros de Fatah.

Por su parte, Fatah señaló que sufrió al menos nueve bajas en las luchas del miércoles.

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