La hoja de ruta de Artur Mas y Oriol Junqueras plantea al menos dos nuevas votaciones

  • Contempla dos referéndums, uno para votar la constitución catalana y otro sobre la configuración del nuevo estado.
  • Mas reclama mayoría absoluta de las listas soberanistas para seguir proceso.
  • Abre la puerta a apoyar a otro candidato si fuera inhabilitado por la justicia.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el líder de ERC, Oriol Junqueras, estrechan las manos tras el acuerdo sobre el 27-S.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el líder de ERC, Oriol Junqueras, estrechan las manos tras el acuerdo sobre el 27-S.
ALEJANDRO GARCÍA / EFE
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el líder de ERC, Oriol Junqueras, estrechan las manos tras el acuerdo sobre el 27-S.

El documento de trabajo del presidente catalán, Artur Mas, y el líder de ERC, Oriol Junqueras, plantea al menos dos nuevas convocatorias a las urnas tras el 27S: la preparación de una constitución catalana y la proclamación del estado catalán, aunque sea sin acuerdo con el Gobierno central. Son posibles escenarios que incluye el borrador de la "hoja de ruta unitaria del proceso soberanista catalán", que contiene los puntos, aún no definitivos, sobre los que está trabajando Mas y Junqueras para consensuar una hoja de ruta común ante las elecciones del 27 de septiembre.

El documento, cuyo contenido ha avanzado este viernes La Vanguardia, establece 23 pasos que seguir por las organizaciones soberanistas, durante 18 meses, que comparten el objetivo de que Cataluña sea un "sujeto político y jurídico soberano" y que sea así reconocido internacionalmente. Expone una culminación del proceso con un mínimo de dos nuevas convocatorias a las urnas después del 27 de septiembre.

En primer lugar se plantea, si es posible, la celebración de "un referéndum vinculante sobre la configuración del nuevo estado", lo que supondría un acuerdo con el Gobierno central. Si esto no es posible, se plantea directamente la proclamación del estado catalán y, posteriormente, se contempla un referéndum para la aprobación de la constitución catalana y una convocatoria electoral para la elección del nuevo Parlament dentro del nuevo marco constitucional.

El documento recoge que en las elecciones del 27 de septiembre los programas de las diferentes candidaturas soberanistas deben tener un paraguas común que evidencie un "pronunciamiento del votante favorable a la soberanía y/o la independencia" de un estado.

Antes de las elecciones, según el texto, arrancará la elaboración de un texto constitucional que se prevé cerrar en diez meses, mediante un mecanismo participativo. De forma paralela, se arrancaría la creación y puesta en marcha de estructuras de estado como "la hacienda propia, seguridad social, transitoriedad legal, acción exterior, transición de infraestructuras energéticas, servicios sociales y de salud, aprovisionamiento energético y seguridad", entre otras.

Tras las elecciones del día 27 de septiembre, la hoja de ruta prevé una declaración pero que no sería de independencia, sino como "anuncio e inicio del proceso hacia la proclamación del estado y la república catalana". Por el mismo, se "ofrecerá y pedirá" al Gobierno central "acordar" los trámites de la secesión, como el reparto de activos y pasivos o las relaciones entre los estados, y se abrirán negociaciones con instancias internacionales para el reconocimiento y admisión del nuevo estado.

El documento afirma que se mantendrá una actitud "expectante" hacia "posibles alternativas promovidas desde las instituciones españolas", como una reforma de la Constitución, aunque se descarta, en cualquier caso, una nueva oferta para Cataluña desde el Gobierno central. De hecho, el presidente ha reconocido en una entrevista en Rac1 que la última vez que habló con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, fue el pasado julio, en la reunión que mantuvieron en La Moncloa: "Me dijo que me llamaría y no me ha llamado, no debe tener ganas de hablar conmigo y ahora la comunicación es vía querellas", ha añadido Mas, quien ha asegurado que quien ha fracasado no es él sino Rajoy, pues no se habría llegado "a este punto" si España fuera un país "maduro democráticamente" capaz de negociar un referendo como en el caso escocés o quebequés.

Otras fechas clave

El 3 de agosto, Mas firmará la convocatoria de las elecciones del 27 de septiembre, independientemente de cómo evolucione la querella del 9N, y ha dicho que "en circunstancias normales" serían los últimos comicios a los que se presenta. Espera hacerlo dentro de la "matriz de CiU", aunque Unió aún no se haya decido por la independencia —y no lo hará antes de las municipales de mayo—, pero no ha cerrado la puerta a que en su lista haya personas de otras formaciones y de la sociedad civil.

Así, quedan por delante siete meses, con unas municipales de por medio, para preparar las listas y la hoja de ruta común de CiU y ERC, gobernar y construir las "estructuras de Estado" antes de la convocatoria de elecciones el 3 de agosto, cuando se disolverá el Parlament. El primer día de campaña fijado será el 11 de septiembre, la Diada de Cataluña, y las elecciones, el 27 del mismo mes.

Mas ha descartado jugar con el calendario para salvar el escollo que supondría una eventual inhabilitació por la querella Fiscalía. Si bien duda que se produzca esa posibilidad, Mas ha admitido que, de ser inhabilitado, no se podrá presentar y, por tanto, apoyará a otro candidato. No obstante, ha asegurado que no tiene a nadie en mente en estos momentos porque no cree que se produzca este escenario.

En cuanto al resultado, Mas ha opinado que, para poder seguir adelante el proceso soberanista, se debería producir al menos una mayoría absoluta para demostrar si hay una "mayoría suficientemente sólida y amplia" que avale la independencia, condición "sine qua non" para llegar a este objetivo, que cree que es posible pese a que no será "un camino de rosas", aunque la otra opción, ha dicho, es mantener la situación actual y que Cataluña sea "pura periferia" de España.

Mas ha rechazado entrar en debates sobre si la independencia se deber declarar el 2016, como solicita el líder de ERC porque es un procedimiento de "altísima complejidad". Lo que ha puesto en valor el presidente catalán es que en estos momentos hay una fecha, el 27 de septiembre, y un procedimiento, las elecciones, que servirá para "saber" si hay mayorías independentistas pero no para "proclamar" nada.

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