Cuando el entusiasmo creativo del 'avant garde' bolchevique se volcó con el arte teatral

  • 'Teatro ruso de vanguardia: guerra, revolución y diseño, 1913-1933' reúne en Londres algunos de los proyectos más avanzados de los primeros años bolcheviques.
  • Sobre los escenarios teatrales colaboraron todos los grandes nombres de la vanguardia de la URSS: Malevich, Ródchenko, Mayakovsky, Popova, Ekster...
  • En la muestra hay ejemplos de diseño gráfico, vestuario, escenografía, textil...
Diseño de vestuario de Rodchenko para una sátira escrita por Maiakosvsky
Diseño de vestuario de Rodchenko para una sátira escrita por Maiakosvsky
© A. A. Bakhrushin State Central Theatre Museum
Diseño de vestuario de Rodchenko para una sátira escrita por Maiakosvsky

Tras el triunfo de la Revolución bolchevique de 1917, los artistas de la URSS, contagiados por los nuevos aires de libertad social y de pensamiento asociados al drástico cambio de régimen, emprendieron la búsqueda de lo que llamaban la "visión nueva", fundamentada en la representación abierta de la sociedad y la idea de que toda disciplina artística tenía que ser el vehículo para un propósito y transmitir una intención.

Con el telón de fondo del entusiasmo colectivo y las nuevas esperanzas, los artistas comenzaron a confluir en proyectos de colaboración que integraban a creadores de todos los géneros. Quizá el teatro fue una de las disciplinas más beneficiadas.

Más de 150 obras

La exposición Russian Avant-Garde Theatre: War, Revolution and Design, 1913-1933 (Teatro ruso de vanguardia: guerra, revolución y diseño, 1913-1933) pone cuerpo y ejemplos al frenesí de las dos décadas que estudia la muestra, en cartel hasta el 15 de marzo en el Victoria and Albert Museum (V&A), la gran pinacoteca londinense dedicada a las artes aplicadas. Más de 150 obras permiten una visión panorámica de los frutos de las colaboraciones teatrales de los más activos vanguardistas de la fotografía, el diseño, el vestuario, la pintura y la escenografía de la nueva unión de repúblicas comunistas.

Entre las piezas más notables figura el vestuario diseñado por el pintor Kazimir Malevich (1878-1935) para la "ópera futurista" Victoria sobre el sol, estrenada en San Petersburgo en 1913, sólo cuatro años de la revolución de los bolcheviques. En consonancia con el ansia rompedora del libreto de  Aleksei Kruchonykh —escrito en el idioma de símbolos zaum y la música de Mijaíl Matiushin, Malevich diseñó telones con formas geométricas y monocromáticas.

Asalto del escenario y agresión a los actores

El artista plástico, fundador del suprematismo, un movimiento que proclamaba "la supremacía" del color y la forma geométrica básica, preparó figurines y fondos escénicos que jugaban con las diagonales, en una idea que Malevich desarrollaría dos años más tarde en su óleo Cuadrado negro (1915) . La exquisita y avanzada sencillez de tanta pureza formal no evitó, sin embargo, que la única representación de la ópera culminase en un escándalo, con interrupciones del público e intentos de asalto del escenario y agresión a los intérpretes.

El prodigioso artista total Aleksandr Ródchenko (1891-1956) —participó en el nacimiento del Constructivismo, se cansó de la técnica clásica ("la pintura ha muerto", dijo en 1921 después de exponer tres óleos con los colores primarios: amarillo, azul y rojo), tanteó con el cine, se enamoró del collage y, finalmente, aterrizó en la fotografía— también convergió en la fiebre vanguardista por el teatro creando la escenografía para la obra satírica La chinche (1929), del poeta Vladimir Mayakovski, para la que diseñó grandes siluetas y trajes que embutían a los actores en estructuras similares a escafandras de buzos.

Espacio escénico 'biomecánico'

También se exponen diseños gráficos y escénicos de la pintora Liubov Popova (1889-1924), que usó las tesis del suprematismo futurista de Malevich en su colaboración con el grupo de teatro radical Meyerhold, interesado en el movimiento y la gesticulación antes que en la interpretación psicológica. Popova construyó un espacio escénico "biomecánico" del que formaban parte un molino y diversos artilugios rotatorios.

Finalmente, se exhiben una docena de proyectos de decorado para ballet, ópera y teatro de Aleksandra Ekster (1882-1949), una de las primeras directoras de escena en sacar rendimiento de las posibilidades dramáticas de la iluminación. La muestra incluye una reconstrucción del set para un montaje de Salomé en 1917 y los bocetos de la película de ciencia ficción de 1924 Aelita: Reina de Marte.

Aunque el entusiamo de los primeros años acabó en tragedia —depuraciones, censura, condenas al otracismo o los gulag de internamiento y muerte...— y el control sin fisuras del Estado comunista limitó el arte al género del realismo socialista, los logros de aquellos primeros años aún dejan con la boca abierta por su radicalismo y valentía creativas.

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