El exregidor de Urbanismo, Javier Rodrigo de Santos, ha admitido este miércoles haberse sentido "presionado" por el expresidente del Govern, Gabriel Cañellas, en relación a la licencia del geriátrico a Bartolomé Cursach en terrenos próximos al Hospital Son Espases puesto que éste le preguntaba y se interesaba por este expediente.

Preguntado por esta materia durante su comparencia en la comisión de investigación sobre Son Espases, De Santos ha asegurado que en la denegación de la licencia tuvo siempre el "apoyo" de la exalcaldesa de Palma, Catalina Cirer, puesto que ésta le indicó "que se hiciera lo que se tuviera que hacer".

"Nunca me sentí presionado pero a la vez sí", ha admitido posteriormente el exregidor, quien ha explicado que, pese a que no hubo nadie que le pidieron expresamente que facilitase esta licencia, sí que hubo quién -Gabriel Cañellas- se interesó y le hacía preguntas sobre esta materia.

De Santos ha indicado que no recuerda los motivos exactos por los que se denegaron las licencias, si bien ha añadido que "no puede ser que un geriatrico privado sea de interés general cuando no lo damos la Conselleria".