La Academia de Artillería, ubicada en Segovia, ha iniciado una profunda renovación de su simulador de campaña (Simaca) ante el cambio del escenario de los conflictos, que en el futuro se producirán previsiblemente en entornos urbanos y periurbanos, según ha señalado este martes el director del centro, el general Alfredo Sanz y Calabria.

En rueda de prensa para hacer balance del 250 aniversario de la institución y esbozar los objetivos para 2015, el responsable de la Academia ha indicado que la adaptación del centro de simulación, por el que pasan para su adiestramiento todas las unidades de artillería de las Fuerzas Armadas, comenzó en octubre y quedará finalizada antes de verano, por lo que se confía que entre de nuevo en funcionamiento hacia el mes de junio.

Según ha explicado, se ha modificado por completo la filosofía y el software, lo que otorga más flexibilidad en la práctica y permitirá a las unidades instruirse en situaciones del futuro, así como posibilitará que el simulador permanezca interconectado con otros centros similares del Ejército. Gracias a ello, se podrán llevar a cabo ejercicios conjuntos sin necesidad de mover medios reales, lo que conllevará un ahorro de costes y un menor impacto medioambiental.

A largo plazo, la idea es poner el centro a disposición de la OTAN, de manera que puedan usarlo ejércitos extranjeros. España, según ha dicho, es un referente en simulación y el Simaca, con vocación de situarse entre los mejores del mundo, puede servir como escaparate para promocionar la industria nacional, en opinión del director.

Sanz y Calabria ha asegurado en declaraciones recogidas por Europa Press que el Simaca estaba al límite de sus capacidades y que hasta ahora solo permitía simular situaciones en países como Líbano o Afganistán. Con la renovación, habrá posibilidad de representar ambientes urbanos y periurbanos, los futuros escenarios de conflicto, según las previsiones que maneja Defensa.

El general director ha recordado que actualmente hay crisis abiertas en puntos como Mali o República Centroafricana, pero que también las hay, con características diferentes, en Ucrania o en Francia, lo que a su juicio "pone de relieve que existen problemas en el centro de Europa a los que no se puede ser ajeno".

En este sentido, ha manifestado que las Fuerzas Armadas forman parte de esa "caja de herramientas" que el Gobierno debe emplear como lo crea oportuno en cada crisis, tanto en el exterior como en el interior, prueba de lo cual es la labor que desarrolla la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Sanz y Calabria ha indicado la necesidad de contribuir a desarrollar nuevos conceptos de empleo de las Fuerzas Armadas, que en el caso del Ejército de Tierra se concretan en la creación de brigadas orgánicas polivalentes. Estas, ha incidido, han de ser el instrumento para que en el futuro la institución sea mucho más flexible y capaz de actuar en diferentes ámbitos.

"Pero eso no es nuevo y no hay que extrañarse demasiado de ello", ha matizado el responsable de la institución que, si bien ha matizado que las Fuerzas Armadas no se han desplegado normalmente en las ciudades, ha recordado que estas han estado siempre presentes para vigilar puntos sensibles en el territorio o como apoyo puntual, por ejemplo, en la valla de Ceuta y Melilla.

El general ha garantizado por otra parte que, a pesar del escenario de recortes que impone la necesidad de ser eficientes, el Gobierno hará esfuerzos adicionales si hace falta la actuación militar.

Ha expresado por otra parte que se acaba de elaborar el Libro Blanco de la Artillería, que debe explicar cómo ha de ser esta dentro de diez años,