Colapso de 5 horas en la entrada a Barcelona por un accidente mortal

Un camionero falleció en el siniestro en la B-20, que obligó a cortar dos carriles y causó colas de 12 km que afectaron a 15.000 coches.
Les noves cabines del telefèric milloren en visió panoràmica i confortabilitat. (TMB)
Les noves cabines del telefèric milloren en visió panoràmica i confortabilitat. (TMB)
Les noves cabines del telefèric milloren en visió panoràmica i confortabilitat. (TMB)
Accidente mortal y colapso de circulación de cinco horas ayer en la entrada a Barcelona. Un conductor murió a las seis y media de la mañana tras volcar su camión en la carretera B-20, a la altura del municipio del Prat.El vehículo accidentado obligó a cortar dos carriles, causando retenciones de hasta 12 kilómetros en la autopista del Garraf y la autovía de Castelldefels. Unos 15.000 coches se vieron afectados.

Para retirar el camión fueron necesarios una grúa de gran tonelaje, tres dotaciones de los bomberos y cerca de cinco horas de trabajo.

Efecto acordeón

Según el Servei Català de Trànsit, estas retenciones tuvieron un efecto acordeón que causó problemas de circulación en todos los accesos de la parte sur de Barcelona y en la Ronda de Dalt.

El tráfico en los carriles cortados se restableció a las 11.45 h, aunque a mediodía aún había retenciones de 7 y 8 km. Según algunos afectados que escribieron su testimonio en www.20minutos.es, para hacer distancias que se hacen en 15 minutos tardaron más de hora y media. «He tardado 2 horas y 45 minutos en hacer menos de 20 kilómetros», afirmó una conductora afectada. Otros usuarios protestaron porque el peaje de la autopista siguió cobrando con normalidad.

El Govern se plantea restringir los horarios de circulación de los camiones. En otro siniestro en la autopista A-2, en Martorell, una colisión entre dos coches se saldó con una herida leve.

Juzgan al chófer que cortó la AP-7

El conductor del camión cargado de gas que el pasado viernes se salió de la carretera y cortó durante diez horas la AP-7, a la altura de Ulldecona, negó ayer ante el juez que fuera drogado. El joven, de 26 años, aportó como prueba los resultados de una analítica de orina donde no hay restos de consumo de cocaína ni cualquier otro estupefaciente. Esta prueba rebate la hecha por los Mossos d’Esquadra a través de la saliva del acusado el mismo día del accidente del camionero.

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