La paciencia parece ser la única arma que les queda a 17.000 familias que llevan años, algunos hasta más de una década, esperando un piso en los nuevos PAU del sureste de la capital: en Los Ahijones, El Berrocal, Los Carros y Cañaveral.

A pesar de que debían estar acabados en 2001 y de que los afectados han llegado a pagar 18.000 euros, los últimos datos del Ayuntamiento, del 30 de abril, no dan esperanzas.

Sólo en El Cañaveral (14.000 casas previstas) hay un 14% de obra ejecutada, mientras que en Los Berrocales (22.235 casas) esa cifra llega a un tímido 0,20%. En Los Ahijones (15.000 viviendas) y en Los Carros (15.000) no se ha levantado ni una piedra.

"Falsas expectativas"

Los afectados, la mayoría integrados en la Asociación de Vecinos del Sureste, culpan a las gestoras de cooperativas del retraso en sus viviendas.

Temen, incluso, un fraude. Pero desde las cooperativas culpan al Ayuntamiento de Madrid: "La única  razón del retraso es  que el Ayuntamiento no ha llevado a cabo el plan de insfraestructuras", dicen desde la cooperativa Puerta  de los Pedroches.

El Consistorio, por su parte, culpa a las gestoras por "crear expectativas" antes de que se lleven a cabo los planeamientos.

Los vecinos llevarán a cabo el domingo una tortillada protesta a las 13.00 h en Los Ahijones.

En otros PAU la situación es menos crítica. En Montecarmelo se han entregado casi 5.000 de las 8.547 casas previstas; en Las Tablas, 7.363 de 12.272; en Sanchinarro, 8.761 de 13.568; en Carabanchel, 7.607 de 11.350, y en  Vallecas, 2.709 de 26.046.

"Íbamos a tener casa en 2001"

A una pareja le prometieron que les entregaban un piso en 2001 y aún no se ha construido.

A Belén se le nota en la voz el malestar que la ahoga desde hace varios años.

"Ibamos a tener casa en 2001, pero seguimos esperando. Mi pareja y yo íbamos a casarnos, pero no pudimos hacerlo y nos tuvimos que ir a vivir a un piso de 35 metros con nuestro pequeño hijo. Creo que nos han engañado desde siempre", relata esta mujer de 33 años, administrativa y una de los miles de cooperativistas que están a la espera de un piso en el sureste.

Belén no oculta su rabia. Ni su frustración. "Es que nos han vendido algo que no estaba aprobado. Yo empecé a pagar en 1997 y nos decían que las obras  comenzaban en breve.

Y claro, la mayoría de la gente actuó de buena fe. Yo he pagado 18.000 euros que están ahí...". El piso en el que vivirán Belén y su familia tiene 80 m2 con garaje y trastero, y se supone que cuesta 14 millones de las antiguas pesetas (84.00 euros). Estará, con suerte, en 2010.