Falleció hace seis años y la vivienda fue subastada. Jordi Giró compró un piso en la calle Guilleries de la urbanización Mas Matas de Roses en una subasta. El sábado fue a la vivienda porque se había producido un incendio en los alrededores y quería comprobar que todo estaba bien. Su sorpresa fue que se encontró dentro el cadáver momificado de una mujer.Era la anterior inquilina, que falleció en 2001 a los 60 años por causas naturales. El piso fue subastado entonces porque la mujer no pagaba las facturas. Ni las entidades bancarias ni los encargados de la subasta constataron en qué condiciones se había embargado la vivienda.
Cuerpo encartonado
El cadáver de la mujer se había momificado por el aire salado dada la proximidad del edificio al mar. Nadie echó en falta a la mujer, que pasaba gran parte del año en Madrid. Tampoco los vecinos sospecharon nada.
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