Unos 150 moteros acompañaron por la calles de Sidney, Australia, al féretro de Ken Tanti, miembro de la banda de moteros "Bandidos", que falleció la semana pasada en un accidente de tráfico a los 32 años de edad.
El féretro fue llevado en un sidecar por uno de sus compañeros hasta la Iglesia de Our Lady Queen of Peace; de esa misma iglesia salía el coche fúnebre que atropelló a Tanti el lunes pasado.
Unos 200 policías fueron desplegados para garantizar la seguridad durante todo el trayecto ya que los Bandidos mantienen desde julio pasado una guerra con otra banda de moteros: los Rebels (Rebeldes).
Además, las autoridades policiales obligaron a los Bandidos a llevar casco durante la escolta, algo poco frecuente entre los miembros de esta banda.
Tras el funeral, algunos miembros de la banda de los Bandidos protagonizaron pequeños altercados con los medios que cubrían el funeral.
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