Secuestrados durante cuatro años en una casa infestada de gusanos y excrementos humanos.
Esta pesadilla es la que pueden contar una mujer y sus dos hijos habitantes de Chester, en Carolina del Sur (Estados Unidos), después de que Danny William Dove, marido y padre de los secuestrados, los mantuviera encerrados en condiciones infrahumanas e insalubres.
Los niños dormían encima de un colchón sin mantas, sábanas o cubrecamas y su madre era mantenida en un estado de desorientación constante a base de drogas, según publicaba la CNN.
La casa entera estaba llena de basura, con los muebles por el suelo, estanterías rotas y montañas de basura que hacían difícil caminar, dado que llegaban a la altura de la cintura.
La policía encontró gusanos en el frigorífico y excrementos humanos cubriendo todo el suelo del baño.
Tan solo una habitación se libraba de este abandono absoluto: una habitación limpia en la que el secuestrador organizaba timbas de juego ilegales.
Ahora, el secuestrado ha pasado a disposición judicial.
"Un caos total"
"Era un caos total", reconocía uno de los policías que visitó la casa, que comparó el hedor de la misma al de un animal muerto.
El agente no cree que "podamos determinar nunca todo lo que pasó, cómo puede alguien vivir de esa manera".
"Pienso que estaba tan absorbido por las drogas y por querer controlarlo todo que nada más le importó", concluyó.
Niños sin colegio y sin habla
Los dos niños, de cuatro y ocho años, no iban al colegio y apenas salían de casa.
Según afirmó la policía, una cámara de vídeo grababa su habitación y las puertas de la casa.
La abuela de los niños asevera preocupada que es difícil entender lo que dicen sus nietos, a no ser que estén maldiciendo.
Danny William Dove tiene 45 años y controlaba a su esposa Tamara, de 37 años, a base de analgésicos, cocaína y crack.
La mujer, a la que tampoco permitían salir de casa, no estará lúcida para ser entrevistada hasta dentro de varias semanas, según la policía.
Dove tiene una hija mayor de 20 años, llamada Brittney, que cree, al igual que la madre del secuestrador, que Danny Dove no merece estar en la cárcel puesto que, según ellas, toda la culpa es de su mujer por sus descuidos y su adicción a las drogas.
Intento de huida
Según publica el Onlinechester, un diario de la ciudad donde tuvieron lugar los hechos, la mujer intentó escapar infructuosamente hace dos años.
Al parecer, robó el camión de su marido pero se chocó con él.
Su marido la llamó por teléfono y la convenció para que volviera a casa.
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