Manuel, a la espera de la cura de la hepatitis C: "Da rabia que rescaten bancos y no personas"

  • Manuel Fernández, 50 años, con VIH y hepatitis C, es uno de los enfermos que está a la espera de la receta del Sovaldi.
  • "Me parece surrealista que tengas que estar al borde de la muerte para que te administren un medicamento que te cura".
  • Los enfermos como Fernández piden que la dispensación dependa unicamente de los médicos, no de técnicos que imponen criterios económicos.
  • Sanidad anuncia tratamientos para 6.000 pacientes, pero hay 35.000 graves.
Manuel Fernández, enfermo de hepatitis C, en su barrio de San Fernando de Henares.
Manuel Fernández, enfermo de hepatitis C, en su barrio de San Fernando de Henares.
JORGE PARÍS
Manuel Fernández, enfermo de hepatitis C, en su barrio de San Fernando de Henares.

Saber que existe un medicamento que te puede curar y que no te lo receten por causas económicas da "rabia, mucha rabia". Lo dice Manuel Fernández, que está a la espera de una receta del sovaldi, el nuevo y prometedor medicamento para la hepatitis C. "Abres los periódicos y ves cómo destinan millones a rescatar las radiales, plataformas petrolíferas, un aeropuerto sin aviones, la fórmula 1 o Bankia y que te digan a ti que no hay dinero para rescatar a las personas... Eso da rabia, mucha rabia", insiste.

Fernández es uno de los 35.000 españoles enfermos graves de hepatitis C que reclaman al Ministerio de Sanidad que abra la mano con la dispensación del Sofosbuvir Sovaldi, el medicamento aprobado este año —de los más caros del mundo— y con una efectividad demostrada de curación del 90% de los casos. Este afectado madrileño lo reclama para si con urgencia, soltando un "por favor" que suena a ruego pese a su débil voz consecuencia de un sistema inmunológico deprimido por la hepatitis C y el VIH, dos virus con los que el extaxista convive desde hace 28 años.

Manuel Fernández se describe a si mismo como "un caso más" de la generación perdida, aquella que conformaron chavales que a los 15 años se enganchaban a la heroína en barrios del cinturón de las grandes ciudades. "Porque no sabíamos lo que era, creíamos saberlo todo y realmente no sabíamos nada", resume lacónico. Él se desenganchó con 20 años, afortunado de tener medios y apoyo familiar, pero la etapa de intercambios continuos de jeringuilla le dejó el VIH y la hepatitis como secuelas.

Esperando al comité de expertos

El virus del VIH lo mantiene "a raya" gracias a que, en este caso, "la Sanidad Pública nunca ha reparado en gastos". Y eso que barato tampoco es que sea. "Yo me llevo a casa todos los meses medicación por valor de 1.200 euros y Sanidad nunca me ha puesto pegas. Me han cambiado 27 veces de medicamentos, pero ahí sí han mirado por mi salud. Cosa que ahora no ocurre", lamenta. La diferencia radica en que en que "en estos tiempos la Sanidad está dejando de ser pública y universal. Se mira el dinero, los costes, pero no la salud de las personas", según cree él.

Fernández ha probado varios tratamientos en su lucha contra la hepatitis C. Incluso una combinación de interferón y ribaverina que le hizo pasar un año "francamente malo", porque le dejó laminado el sistema inmunológico de por si muy tocado por el VIH. Aguantó el tirón, pero el tratamiento fracasó y el virus volvió a dar la cara en solo tres meses. Desde entonces está jubilado, de por vida. Y cada vez se siente con menos fuerzas. "Me cuesta trabajo hasta abrir una puerta, siempre ando con náuseas, pero lo peor, lo peor, es el cansancio. Yo ya no me acuerdo de lo que es levantarme y no encontrarme muy mal".

Sus médicos —especialistas hepatólogos para los que solo tiene buenas palabras— le dicen que de su próxima cita, fijada para el 12 de enero, saldrá con la receta del Sovaldi en la mano. Pero eso no bastará. Después tendrá que pasar el comité de expertos que la Comunidad de Madrid ha creado para protocolarizar el uso del medicamento. Y Manuel se rebela contra esta fórmula. A su juicio, deberían de ser los médicos los que tengan la última palabra sobre a quién se proporciona un medicamento. "Si los médicos son los que nos tratan y son los que mejor conocen nuestras circunstancias no entiendo que tenga que ser un comité de expertos en no se sabe qué quien decida por ellos. Es lamentable", opina.

Fernández ha escuchado decir que el comité de expertos aprueba el sovaldi solo para los enfermos con expectativas de vida inferiores a un año. De hecho Sanidad ya ha anunciado que hay medicamentos para 6.000 de los 35.000 que están más graves. Y Fernandez sigue sin entender por qué no se trata a todos. "Me parece surrealista que tengas que estar al borde de la muerte o cirrótico descompensado para que te administren un medicamento que cura", dice.

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