El escritor barcelonés Joan Carreras ha ganado el 55 Premio Sant Jordi de novela, dotado con 60.000 euros, con la obra L'àguila negra, mientras que el mallorquín Hilari de Cara se ha llevado el Carles Riba de poesía, con una dotación de 3.000 euros, por Refraccions.

Durante la tradicional velada literaria de las Letras Catalanas de Santa Llúcia, organizada por Òmnium Cultural y celebrada este año en el Gran Teatro del Liceo, también se ha fallado el Mercè Rodoreda de cuentos, dotado con 6.000 euros, y que ha recaído en M. Mercè Cuartiella y los relatos de Gent que tu coneixes.

El Folch i Torres de novela ha sido para el egarense Lluís Prats Martínez y su obra Hachiko. El gos que esperava, asimismo, un perro es uno de los protagonistas de Un fill, con el que Alejandro Palomas ha obtenido el 41 Premio Joaquim Ruyra.

La primera convocatoria del Frederic Roda para textos teatrales, dotada con 20.000 euros, se la ha llevado la dramaturga Lluïsa Cunillé gracias a la obra Boira, mientras que el premio de Comunicación ha sido para el programa de TV3, 30 minuts, y el Internacional J.B Cendrós lo han compartido el escritor Suso del Toro y el periodista Henry de Laguérie.

En una rueda de prensa antes de la entrega de los premios, un muy feliz Joan Carreras ha explicado que el primer manuscrito que presenta a un gran premio literario lo protagoniza un médico estomatólogo, Marià Solvell, quien desde el presente rememorará toda su vida, especialmente una experiencia que le trastornó, una relación visceral y tumultuosa con una mujer, en la que el sexo tuvo una gran importancia.

Carreras, que se dio a conocer hace más de veinte años con los relatos Les oques van descalces y La bassa del gripau, publicadas por Quaderns Crema, ha reconocido que es la primera vez que escribiendo es explícito en el aspecto sexual. "Antes era de los que cerraba la puerta, pero ahora me ha venido en gana explicar las cosas con más detalle, porque así lo pedía la historia".

A la vez, hay un repaso de diferentes acontecimientos de la historia de España y Cataluña, como el atentado a Carrero Blanco o la ejecución de Salvador Puig Antich, aunque ha advertido que no es un "documentalista".

Sobre el título, ha indicado que remite a la canción de la francesa Bárbara, que también canta Maria del Mar Bonet desde los años setenta, y ha afirmado que, aunque parezca lo contrario a medida que se pasan las páginas, el lector encuentra una novela sobre el entusiasmo.

A los 52 años de edad y con una carrera literaria en la que ha recibido buenas críticas, aunque no sea conocido por el gran público, Joan Carreras ha subrayado que no se toma el Premio Sant Jordi -que llegará a las librerías en febrero de la mano de Proa- como "la conquista de una cumbre", sino como un reto que le ha de llevar a que el próximo libro sea mejor. "Y eso me espanta", se ha sincerado.

El poeta mallorquín Hilari de Cara, "un gran constructor de metáforas", según el jurado, ha ganado el Carles Riba con la obra Refraccions, un poemario sobre la pasión, en el que paisajes, emociones o secuencias de una vida que "están como enterradas bajo una telilla espesa de aceite se manifiesten por ellas mismas".

De Cara, un veterano de 69 años que ha dado clases en Estados Unidos y ha trabajado como traductor en Naciones Unidas, ha señalado que el libro se divide en dos partes: una primera de poemas cortos y sin puntuación; y una segunda en la que las piezas son más largas y más convencionales.

Además de poemas, ha escrito una novela y ha avanzado que tiene unas 1.400 páginas escritas en forma de dietario, la mayoría de ellas desarrolladas cuando vivía en Norteamérica.

La ganadora del Mercè Rodoreda de cuentos, M. Mercè Cuartiella, ha dado a conocer que sus relatos están poblados de personas normales, en escenarios cotidianos, desde una calle en obras a la habitación de un geriátrico, y que concibe el cuento como "una especie de luz teatral, que pone el foco sobre un trozo de vida, dándole un fulgor especial".