It girls: desde la pobre niña rica Barbara Hutton hasta la casi perfecta modelo Olivia Palermo

  • Como su nombre inglés indica, una 'it girl' es aquella que tiene 'algo' que la distingue, un 'it' casi indefinible pero muy reconocible.
  • Desde principios del XX recoge ejemplos Vicente Gallart en su libro 'Irresistibles'.
  • Entre ellas: Gloria Vanderbilt, Margaux Hemingway, Twiggy e Isabella Rosellini.
Olivia Palermo
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BAZAAR
Olivia Palermo

Difícil definir a una it girl: ¿encanto, atractivo, belleza, magnetismo, sensualidad, inteligencia..? Son muchos los adjetivos que la acompañan y no siempre unidos. Ante una it girl cae rendido el mundo: es alguien más que irresistible, una mujer con un 'algo' que no se sabe bien qué es y que por eso recibe ese it inglés.

Chicas que se ponen de moda gracias a un 'no sé qué' que hechiza y cuyo término cuenta con un siglo de historia. It girl se instala en el vocabulario de la gente con la película It (1927). La protagonista de la cinta, la actriz de cine mudo Clara Bow, es ya un ejemplo de lo que era una auténtica it girl. Su mezcla de ingenuidad y mujer fatal era una fusión perfecta para aquellos años veinte.

"A finales de la década, Clara Bow recibía 45.000 cartas al mes de admiradores, tanto masculinos como femeninos", cuenta Vicente Gallart en su libro Irresistibles, lo que da idea del alcance hechicero de la dama. Ella, igual que otras después y algunas ahora, fue víctima de aquella locura que desataba su persona: pasó por varios psiquiátricos e intentó suicidarse.

Aunque la película fue la que situó el término al nivel de la popularidad, no hay que olvidar que la cinta tenía su origen en el libro de la escritora inglesa Elinor Glyn, y en él, como señala Vicente Gallart en Irresistibles: "Se mostró al gran público por primera vez las cualidades de una chica que, gracias a su belleza e intelecto, conseguía seducir a hombres y mujeres por igual".

Además,  el periodista y profesor en la Escuela de Moda Gallart cuenta que el verdadero germen está en la hermana mayor de la escritora Glyn, la diseñadora Lucy Duff-Gordon:  "Fue desde principios de siglo esa it girl en los círculos de la aristocracia inglesa... Su asistencia a las fiestas de los salones más exclusivos  era siempre garantía de éxito".

La cara más dura y amarga de la it girl la da en aquellos años la actriz inglesa Brenda Dean Paul (1907-1959), que igual que se convirtió en la chica de moda de manera fulgurante cayó hasta el infierno. La prensa, siempre una parte atenta a lo más amarillo, contaba cómo había sido vista limpiando su jeringuilla en los baños de diversos y lujosos restaurantes. No sólo fue ingresada en psiquiátricos, también sufrió cárcel.

El probablemente ejemplo más perfecto de la época lo encontramos en  la actriz estadounidense Louise Brooks (1906-1985), que fue además un paladín de la bisexualidad. Ella misma relató en su biografía la noche que pasó con Greta Garbo. No escapó tampoco al alcohol, y tuvo importantes problemas.

Y como no sólo del cine iba a nutrirse la lista de mujeres irrsesistibles ahí está la escritora y guionista neoyorquina Anita Loos, autora de los relatos que acabarían siendo la película Los caballeros las prefieren rubias. Ella abría el abanico: ella marcaba una especie de nueva manera de it girl que recuerda en algo, con todas las distancias obvias de la época, parecida a las aventuras y desventuras de  Sexo en Nueva York.

A partir de los sesenta las modelos entraron en la lista: la primera fue Denise Boulet, mujer del primer diseñador de la historia, Paul Poiret. La chica de provincias, delgada y de aspecto frágil,  se convirtió en la it girl de París.  St. Vicent Millay fue la primera it girl feminista. Peggy y Benita Guggenheim también fueron pioneras y se salían de los márgenes establecidos hasta entonces: sin ellas el arte del siglo XX no habría avanzado como lo ha hecho.

De Barbara Hutton a Olivia Palermo

Barbara Hutton. Casada con tres príncipes, un barón, un conde, el actor Cary Grant y el playboy Porfirio Rubirosa, no duró la neoyorquina Barbara Hutton (1912-1979) con ninguno de ellos más de tres años.

Una de las mujeres más ricas (a los 21 años tenía una fortuna de 50 millones) del siglo XX, famosa y de una gran belleza, pese a la delgadez a la que a veces llegaba, no encontró en sus parejas ni el amor y sí en cambio el aprovechamiento, y en algún caso el maltrato (llegó a estar ingresada a causa de una paliza).

Sólo tuvo un hijo, del que no se hizo cargo, pero cuya muerte en 1972 le daba el golpe final a una ya irremediablemente alcoholizada Barbara Hutton.

El único que la trató bien fue Cary Grant, pero acabó pidiendo el divorcio en 1945. A día de hoy no sólo siguen en pie sus fundaciones sino que continúa siendo referente de la moda del siglo XX.

Gloria Vanderbilt.  La it girl por excelencia, perteneciente a la alta sociedad y heredera de una gran fortuna de su padre, destacó desde muy joven en arte y en actuación, pero pese a sus esfuerzos y estudios en su Nueva York natal no tuvo éxito en la que era su verdadera vocación.

Sí triunfó en cambio al cambiar de campo y dedicarse a la moda: su firma de moda y perfumería con un cisne de logo se convirtió en una de las más famosas del mundo.

En el amor el asunto fue variado: se casó cuatro veces, mantuvo relaciones con actores y cantantes como Marlon Brando o Frank Sinatra; y hastaTruman Capote afirmó que el personaje encarnado por Audrey en Desayuno en Tiffany's estaba basado en la belleza y el estilo de la rica Vanderbilt.

A los noventa años Vanderbilt sigue disfrutando con aquello  que desde joven le gustó de verdad: el mundo del arte. Y eso que su vida fue compleja desde la infancia: huérfana de padre desde niña, con una mala relación con su madre, tuvo que ser testigo de una de las mayores tragedias (o la mayor quizá) a la que una madre puede enfrentarse: su hijo se suicidó tirándose por el balcón delante de ella.

Margaux Hemingway. Nieta del célebre escritor, fue la estadounidense Margaux (1954-1996) a mediados de los setenta la primera modelo que se hacía con un contrato de un millón de dólares  por ser la imagen de la firma Fabergé. La supermodelo se convirtió en un personaje de fama mundial  y en el prototipo de una nueva belleza.

Sin embargo, tras su hermosura se escondía una mujer torturada que terminó suicidándose.

Protagonizó junto a su hermana Mariel la película Lipstick, y aquel papel elevó aún más sus ya coniderables cotas de popularidad. Pero los mismos o muy parecidos problemas de depresión que sufría su abuelo la perseguieron a ella, igual que a otros descendientes del autor.

"Margaux Hemingway volvió a dejarse llevar por la depresión, el mal entendimiento con su padre y los constantes celos de la carrera cinematográfica de su hermana Mariel", escribe Gallart en Irresistibles.

El 1 de julio de 1996, un día antes de la fecha en que su abuelo se disparó en la cabeza en 1961, se suicidó en su casa de Santa Mónica.

Twiggy. Variaba el concepto de it girl con Twiggy (Lesley Lawson), cuyo físico y origen obrero eran muy diferentes al habitual hasta entonces.

Criada (y nacida en 1949) en un suburbio de Londres, lograba con 16 años 51 kilos y 1,67 m despegar hacia lo más alto.

Descubierta gracias a una prueba de peluquería por una periodista londinense, se hizo famosa en todo el mundo. Y lo hacía con otro físico, el mismo que definía su apodo familiar y con el que ha pasado a la historia: Twiggy ('tirillas'). "La propia Twiggy ha declarado en muchas ocasiones que ella, personalmente, odiaba su cuerpo, no entendía cómo un cuerpo tan delgado rematado con un corte de pelo a lo chico podía volver locos a todos los que estaban a su alrededor".

Isabella Rossellini. Los ochenta fueron de la elegante italiana: se convirtió entonces en una de las modelos más demandadas y deseadas. Los mejores fotógrafos la querían a ella.

La belleza clásica, el estilo discreto y algo masculino, de la hija de Ingrid Bergman y Roberto Rossellini, fueron claves en su éxito. Casada con Scorsese (de quien se divorció en 1982), Isabella Rosellini (Roma, 1952) llevó su talento y magnetismo al cine: su papel principal en Blue Velvet (de Lynch) la convirtió en una de las actrices más interesantes.

Brooke Shields. También los ochenta adoraron a esta neoyorquina que gracias a los anuncios que protagonizó de los jeans de Calvin Klein se convirtió en la modelo del momento.

Pero si por algo se recuerda a la guapa americana es por su papel protagonista en El Lago Azul. También la llevó a las revistas algo menos profesional y más privado: sus relaciones con Michael Jackson, Liam Nesson George Michael...  Probablemente fue Brooke Shields la it girl más precoz.

Kate Moss. Si hubo una top model que fue más allá de portadas, reportajes y campañas, ésa fue Moss. La londinense llevó el estilo grunge a lo más alto.

Polémica, excéntrica, alocada e incorrecta (incluso circuló una grabación de la modelo esnifando cocaína),  su carrera, igual que su vida sentimental, ha tenido fuertes y siempre sonados altibajos.

Madre de una niña, se enamoró a los 31 de Pete Doherty y la relación entre ambos protagonizó varias páginas dada la mala influencia que ejercían el uno sobre el otro.

Hoy, a los cuarenta años, es la segunda modelo mejor pagada después de Giselle Bündchen.

Jane Birkin.  La influencia en la moda de la londinense nacida en 1946 perdura hasta hoy: el espacio entre sus dientes que hasta entonces había sido considerado un defecto fueron clave. Hoy es incluso tendencia y hay quien llega a a pagar porque le intervengan y le creen tal espacio.

La canción Je T'Aime... Moi Non Plus, que había sido escrita para Brigite Bardot, la llevó a la cumbre. Tal era la adoración que llegó a despertar Jane Birkin que hasta Hermes le hizo un bolso al que llamó Birkin, para que la bohemia Jane dejara de llevar cestas en vez de bolsos.

Bianca Jagger. Educada en Francia y defensora de la no violencia propugnada por Gandhi, Bianca (Nicaragua, 1945) esta enamorada de la India, había vivido en un casi total estado de paz hasta que Mick entró en su vida. Fue tras un concierto de los Rolling: se enamoraron inmediatamente, y enseguida ella se quedó embarazada.

La boda aún es recordada por ela tuendo de ambos, pero sobre todo por el de ella: iba igual vestida que él, sí, de hombre.

Durante un tiempo eran la sofisticación hecha carne y hueso, la pareja de moda, hasta que Mick se fue alejando de Bianca. No obstante, justo ahí le llegó el momento a ella de ser la que brillaba. Y poer méritos propios.

Divorciada en 1978, y dada su inteligencia, solidaridad y estudios en Políticas, desarrolló desde los 80 una destacada y conocida carrera diplomática en defensa de los derechos humanos.

Olivia Palermo. Famosa gracias a un reality donde era la más perversa  participante, supo bien aprovechar la oportunidad para subirse a lo que tantas jóvenes ansían: el podio de las irresistibles.

Así, la neoyorquina Olivia (1986) pronto cambió aquella imagen que había quedado del programa por su contrario: sonrisa amable, dulzura y un estilo muy acorde a aquella manera nueva de presentarse ante el mundo. Y el cambio obró el 'milagro': es la it girl del momento.

Según Gallart, y aunque para él existen distancias insalvables con figuras de la talla de Jagger, actualmente: "Palermo es la gran it girl global".

Cara Delevinge. It girl cuya actitud incorrecta y rebelde han llevado a algunos a compararla con Kate Moss. Sin embargo su estilo dista mucho del inigualable y muy personal boho-chic de Kate.

En la pasarela la imagen de Delevigne (Londres, 1992) es ultrafemenina, pero fuera de ella es muy (quizá demasiado) deportiva y un poco masculina.

Su ambigüedad sexual no escondida genera el obvio morbo en algunos y la 'carne' de revistas varias.

"Tan solo unos cuantos altercados durante alguna que otra noche  londinense en la que se le ha ido de las manos su afición por el alcohol y demás sustancias han enturbiado sus orígenes de  buena familia y su imagen como la top model con mayor proyección de la década actual", cuenta Gallart.

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