"Es indignante la cantidad de millones de euros que se ha llevado mucha gente de esta comunidad y luego ver que a una familia en apuros que pide ayudas públicas para subsistir, le dan cantidades ridículas".

Esta es la sensación de rabia e impotencia que le quedó a Amparo Fernández, valenciana de 42 años, cuando la Conselleria de Bienestar Social le comunicó que le concedía una paga mensual de 30 euros desde noviembre hasta abril, que además aún no ha empezado a cobrar.

Esta ayuda es la llamada Renta Garantizada de Ciudadanía, que se concede a personas en situaciones extremas, y que según la gravedad del caso puede llegar a los 621 euros al mes.

"Estoy separada, no tengo trabajo ni prestaciones por desempleo, me han certificado una discapacidad del 15% y otra del 58% a uno de mis tres hijos, tengo diagnosticadas 25 patologías, entre ellas depresión, fibromialgia y artrosis, y solo me conceden 30 euros, estoy desesperada", asegura Amparo.

Y es que, para ella, vivir con la soga al cuello que supone no tener dinero para pagar el alquiler, los suministros, o algo tan básico como comida y medicinas para sus hijos se ha convertido en una rutina.

De hecho, según cuenta, su único ingreso proviene de la pensión de 381 euros que le debe pagar su ex marido, aunque según ha asegurado "hay meses que no me llega el dinero".

Sin embargo, solo el alquiler de su casa le cuesta 400 euros: "Puedo salir adelante gracias a la ayuda que recibo de mis padres, de mis hermanos y de otros familiares y amigos; también de Cáritas que me paga recibos de luz, agua y gas".

Precisamente, esta es una de las razonas esgrimidas por Bienestar Social para la baja partida que le han asignado de la Renta Garantizada. Según Amparo, "el no tener recibos pendientes de alquiler es lo que me ha penalizado, pero si dejo de pagarlos me pueden tirar de la casa", argumenta.

Las navidades tampoco se presentan muy favorables, ya que actualmente debe dos recibos de luz de 95 y 81 euros: "Si no pago el 29 de diciembre me cortarán el suministro, la verdad es que si no fuera por mis hijos hay días que ni me levantaría de la cama".

Con todo, asegura que tratarán de pasar las fiestas "lo mejor posible gracias a la ayuda de toda la familia y la gente que nos rodea". Incluso sus hijos "son conscientes de la situación y cuando sus abuelos o tíos les dan algo de dinero me preguntan si lo necesito para pagar algo o comprar comida", confiesa visiblemente emocionada.

Al respecto, desde la Conselleria de Bienestar Social han explicado que "la cuantía de la prestación está en función de los ingresos de la unidad familiar o de convivencia y del número de miembros que componen la misma, siendo de media mensual 400 euros para una unidad familiar de 3 ó 4 miembros".

Las mismas fuentes han explicado que el presupuesto destinado a la Renta Garantizada de Ciudadanía para 2014 es de 26’6 millones de euros y para 2015, está previsto incrementarlo hasta alcanzar los 29 millones de euros para este tipo de prestación económica.

En estos momentos, añaden desde Bienestar Social, son cerca de 28.000 las personas beneficiarias de la Renta Garantizada, y con el incremento en la dotación presupuestaria del próximo año esa cifra se podrá ampliar a cerca de 38.000.