Valencia prevé un crecimiento sostenido para los próximos 15 años. Tanto es así, que el Ayuntamiento se ha visto obligado a revisar el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que venía tramitando desde el año 2009 y que debía sustituir al que está actualmente en vigor desde el año 1988.

Así, la Comisión de Urbanismo ha aprobado este jueves la revisión del nuevo PGOU, con unas previsiones a la baja con respecto a lo que se había establecido en 2009. De esta forma, el documento establece las líneas maestras de crecimiento y desarrollo de la ciudad a 15 años vista, en lugar de los 30 del anterior Plan.

En este sentido, proyecta infraestructuras y viviendas para una ciudad de 850.000 habitantes en el horizonte del año 2030, lo que implica una reducción de 50.000 habitantes con respecto a los previstos en 2009.

Para ello, establece la construcción de unas 17.000 viviendas (un 50% protegidas), lo que implica 4.100 menos de las que se proyectaron hace cinco años. La mayoría de estas viviendas estarían previstas en 415 hectáreas de zona de huerta, lo que supone 432.000 metros cuadrados menos que en 2009.

Pese a todo, este aspecto ha causado un gran rechazo por parte de la oposición, al entender que Valencia puede llegar sin problemas a los 850.000 habitantes con el actual parque de viviendas, y con políticas de rehabilitación, sin necesidad de destruir zonas de huerta.

En este sentido, desde compromís han denunciado que actualmente hay 65.000 viviendas vacías en la ciudad. Tanto este grupo, como Esquerra Unida (EU) y el PSPV han votado en contra de la revisión del Plan.

El documento prevé también la construcción de nuevas infraestructuras. Entre ellas destacan dos nuevos puentes sobre el viejo cauce del río. Uno estaría junto al actual puente 9 de Octubre para aligerar el tráfico en la avenida del Cid, y otro estaría junto al actual puente de Monteolivete.

También propone nuevos pasos elevados sobre la V-30, uno junto al actual puente de Xirivella para dar un nuevo acceso a Mislata y descongestionar la A-3 y el otro a la altura de la Fuente de San Luis, para descongestionar la ronda sur.

Además, proyecta la necesidad de concluir el túnel del acceso norte al puerto y otro iría de la CV-31 (entre Tavernes y Alboraya) hasta la ronda norte, a la altura de Burjassot, y que pasaría por debajo de la biblioteca de San Miguel de los Reyes, con el objetivo de eliminar el tráfico de esta entorno protegido.

Otros parámetros del nuevo Plan pasan por acentuar la centralidad de la Marina Real como un barrio más de la ciudad, y reordenar los espacios portuarios en el frente de Nazaret, además de crear un Parque Empresarial en el antiguo polígono industrial de  Vara de Quart.

Por último, el PGOU determina un desarrollo que se vertebra en torno a una gran infraestructura verde. Esta nueva forma de estructurar la ciudad se plantea a través de un sistema de espacios abiertos, en los que no se podrá edificar, y todo ello interconectado mediante corredores, a través de recorridos peatonales y ciclistas.

El pleno del Ayuntamiento de Valencia aprobará este documento en el pleno del viernes 26 de diciembre y posteriormente se abrirá un plazo de alegaciones de 45 días.