El Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha comparado este jueves el viaje de la Virgen María desde Nazaret de Galilea a Belén de Judá en busca de una posada con los cristianos del Líbano y de Irak que tienen que salir de su tierra huyendo "a golpe de pistola y a siega de cuchillo", por el único delito de ser cristianos.

Sanz Montes, en su Carta pastoral semanal titulada 'De viajes beleneros, de huidas y pateras', ha recordado a todas las personas que huyen de sus países en busca de "pan, dignidad, libertad, y cultura".

"Los vemos deambular de aquí para allá cuando nos asomamos a las noticias que por repetitivas dejan ya de conmovernos. Colchones enrollados que llevan sobre sus cabezas, como queriendo llevar consigo los sueños que allí durmieron y que acabaron en tremenda pesadilla. Maletas maltrechas que a duras penas contienen los pocos enseres que en un envoltijo se pueden meter", señala.

Monseñor destaca que también hay otros viajes que no tienen en este caso la profesión de fe cristiana. "Lo que les mueve a salir por pies con engaño, mafias, peligros y meta incierta, es el hambre de tantas cosas: de pan, de dignidad, de libertad, de cultura. África les queda detrás en su huida, África está al sur de sus espaldas tronchadas y mojadas".

"Sus pateras y cayucos no entrarán jamás por la bocana de nuestros excesos, ni tendrán nunca permiso para aparcar en nuestros puertos de lujo cuyas aguas no podrán fondear. Los vemos encaramados en las fronteras de la insolidaridad, arracimados en las alambradas esperando la oportunidad para saltar. Vienen los hambrientos, los mugrientos, los asustados, los infectados, los injustamente ajusticiados en el tribunal de la fortuna. Pero se cuelan también otros que vienen con otros intereses y pretensiones", destaca.

Sanz Montes concluye explicando que "además del nacimiento belenista que nos recuerda lo que ocurrió con José y María llevando a su pequeño Jesús a nacer, hemos de poner otros nacimientos en la vida, porque la humanidad sigue sufriendo más cerca de lo que nos parece la insolidaridad de siempre. Esto también nos prepara a la verdadera Navidad".