Los cuatro procesados reiteraron su intención de dejar de comer durante la jornada de ayer del juicio. Lo hicieron desde la pecera en la que siguen la vista, cuando el Egipcio mostró una nota manuscrita en la que señalaban como motivo de la huelga la «injusta» acusación que hace la Fiscalía sobre ellos.
Antes de mostrar esa nota a través del cristal, otro de los procesados enseñó un pedazo de papel en el que solicitaba a los periodistas que les «dejaran en paz» y que investiguen a las Fuerzas de Seguridad porque «son los culpables». Por otra parte, el abogado de uno de los imputados –que no participa en la protesta–, aseguró que el instigador de la huelga de hambre es Hassan el Haski y que éste llevaba al menos tres semanas intentando convencer a sus compañeros de banquillo para que se sumaran a su iniciativa.
Este anuncio se produce días después de que el letrado de otro procesado, Rafa Zouhier, anunciara que su defendido había adoptado esa misma medida. Luego se supo que había desayunado.
El camino de los explosivos
En marzo de 2004, la Unidad Central de Información elaboró un informe sobre cómo se obtuvo el explosivo usado el 11-M. Según explicó ayer uno de los peritos, los detonadores y los envoltorios de los cartuchos fueron el punto de partida de la investigación. La conclusión fue que el material usado por los terroristas provenía de Mina Conchita: «El explosivo sólo pudo salir de allí con ayuda de alguien de dentro», concluyó el perito.
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