El presidente del Cabildo, Carlos Alonso, ha expresado su preocupación por los efectos que puede tener la caída del rublo en la llegada de turistas rusos a Tenerife, y espera que la bajada no afecte a la isla como está afectando a otros territorios.

En rueda de prensa, el presidente insular ha dicho estar preocupado no sólo por la situación de las divisas, sino también por el impacto que para la economía rusa está teniendo la caída del precio del petróleo, pues "eso está reduciendo el consumo en ese país y, por tanto, afecta a los turistas".

Carlos Alonso reconoció que la reducción de la afluencia de turistas rusos en la isla es menor en comparación con otros destinos europeos, pero calcula que habrá un periodo de un año y medio o dos años donde el turismo ruso "no se va a recuperar".

En cualquier caso, afirmó que Tenerife está resistiendo "por ahora", aunque ve "complicado" que a corto plazo se puedan recuperar los crecimientos que la isla estaba registrando en cuanto a la llegada de turistas rusos.

Según el presidente, ésta es la razón por la que el Cabildo está tratando de abrir nuevos mercados, pues Tenerife tiene la sexta oferta más diversificada no sólo por el turismo británico, peninsular y alemán (los tres principales), sino también por el turismo ruso; nórdico; italiano y francés, que han subido este año un 20%, y, de cara al futuro, el turismo americano.