"En términos generales podemos estar satisfechos con los resultados de las negociaciones que se han llevado en Bruselas para la fijación de los TACs y las cuotas de los países de la UE". Así lo ha afirmado la directora general de Pesca del Gobierno de Cantabria, Pilar Pereda, en relación al reparto consensuado "tras dos días de intensas negociaciones" por los ministros de Pesca de la UE.

Pereda ha señalado que "España ha alcanzado sus objetivos", y ha opinado que "estos buenos resultados son consecuencia de una sólida negociación, que se apoya en la política pesquera desplegada por este Gobierno basada en la mejora en la cantidad y calidad de los datos disponibles para la evaluación científica, en la aplicación de una política de gestión adecuada y en un control riguroso de la actividad por parte de la administración pesquera española, a lo que se une la responsabilidad del sector", ha dicho.

Pereda ha subrayado que "este Consejo de Ministros era especialmente complejo por ser la primera vez que se aprueban las cuotas pesqueras bajo la nueva Política Común de Pesca". Según ha informado, "las consecuencias de estas negociaciones para Cantabria se traducen en un aumento de un 11% de merluza en el stock norte en aguas francesas y el mantenimiento de las cuotas de rape y gallo, consolidándose así las subidas del año pasado".

La directora de Pesca ha ponderado también el incremento del 15% del rape en el caladero nacional, "que servirá para paliar" las consecuencias de la bajada de la merluza sur que ha disminuido en un 15%, como consecución de la aplicación del plan de recuperación de merluza sur y cigala, ya que este año la biomasa "ha subido pero no suficiente como para evitar ese 15% reflejado en el TAC".

Además, ha puntualizado que ha habido otras propuestas de reducción de la Comisión "que hemos conseguido suavizar de manera importante, al tener en cuenta la dimensión socioeconómica de la actividad pesquera". Es el caso del gallo del caladero Cantábrico y Noroeste y Golfo de Cádiz, en el que se ha conseguido fijar un TAC con una reducción del 39% del TAC con respecto a 2014, frente a la reducción del 55% propuesta por la Comisión, ha dicho.

Para las cigalas del Caladero Cantábrico y Noroeste, "dada su mala situación biológica, era de esperar que no se pudiera mantener el TAC; la recomendación científica es recurrente hacia el cierre de la pesquería, si bien se ha producido una bajada del 10%", agrega.

En cuanto al jurel y capturas accesorias de la zonas II-a a XIV y del Caladero Cantábrico y Noroeste VIII c, ha señalado que "la situación del stock ha obligado a una reducción de la cuota del 26% frente a la propuesta inicial del 27%; sin embargo y para paliar los efectos de esta reducción, se ha logrado una flexibilidad que permitirá pescar hasta un 50% de la cuota de las Zonas II-a a XIV en la zona VIIIc lo que se traducirá en unas 4.000 toneladas. Además, como se viene haciendo, se mantiene una flexibilidad entre IX y VIII, máxime con un incremento del 70%".

ANCHOA

Sobre el TAC de anchoa, Pereda ha destacado que la fijación de un nuevo período de gestión para la anchoa del Golfo de Vizcaya, del 1 de enero a 31 de diciembre de cada año, "muy importante también para la flota del Cantábrico", pasará a computarse con el año natural, al tiempo que el TAC queda fijado en 25.000 tn, lo que supone "un incremento del 46%" con respecto al año anterior. "Nos debemos felicitar; eso quiere decir que el stock se recupera y tiene salud biológica", ha dicho.

"Nos ha resultado un contratiempo la reducción de la caballa, pero en realidad era esperable. Esta especie como sabemos se gestiona conjuntamente para La Unión Europea (UE), Noruega y las islas Feroe que llegaron a un acuerdo sobre la pesca de la caballa en el Atlántico norte en 2015, en el marco del protocolo de cinco años firmado el pasado febrero de 2014 entre las partes", ha explicado la directora general.

El pacto, alcanzado el 21 de noviembre, estableció la cuota de pesca de caballa compartida entre las partes para 2015 en los términos siguientes: en ausencia de una opinión científica del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM o ICES), las partes tenían previsto recomendar la adopción de una limitación total de 1.054.000 toneladas para la pesca de esa especie en 2015.

Y sin esa opinión, basarían los TACs en los puntos de referencia precautorios establecidos en el último ejercicio de evaluación de las poblaciones en febrero de 2014, es decir la mortalidad máxima (Fmax.), lo que supone una reducción respecto a 2014.

"Traducido al porcentaje que le corresponde a la UE y a su vez a España supone una reducción del 15% de la cuota de aguas ibéricas, (Cantábrico noroeste, aguas portuguesas y golfo de Cádiz). Lo que sí tenemos que tener en cuenta es que el TAC de 2014 fue especialmente alto", concluye Pereda, para quien las nuevas fórmulas de gestión de la pesquería ayudarán sensiblemente a que ello no atente a la cadena de valor.