Este viernes se cumplen los primeros seis meses de la proclamación de Felipe VI como rey. En este medio año, desde que asumió la Jefatura del Estado, el número de actos oficiles de sus padres, los reyes Juan Carlos y Sofía, han descendido para dar mayor protagonismo al nuevo rey y a su mujer, la reina Letizia.

Sin embargo, la agenda de los reyes eméritos se ha resentido de manera desigual. Sorprende que sea la reina Sofía, la consorte del anterior jefe del Estado, la que supere a su marido en actos oficiales. Concretamente, la agenda de doña Sofía ha tenido, en este medio año 15 actos oficiales frente a los 11 de don Juan Carlos, lo que supone un 36% más.

Este desfase en cuanto a apariciones públicas lo decide y autoriza su hijo. "A las secretarias de los reyes llegan peticiones para acudir a actos y a partir de ahí hay una reunión en la que se decide a que actos acudir, aunque es el rey Felipe el que lo autoriza es un trabajo en equipo", confirman desde casa real a 20minutos.

El trabajo de doña Sofía se ha incrementado considerablemente en las últimas semanas. De hecho entre el 24 y el 30 de noviembre la madre de Felipe VI tuvo cuatro actos oficiales, frente a uno que tuvo su nuera, la reina Letizia.

La mayoría de los apariciones de la reina emérita se han centrado en actos benéficos, de su fundación, relacionados con el deporte o la cultura. Los de su marido han sido de carácter militar, institucional, político, empresarial y deportivo como la asistencia al encuentro de la Copa del Mundo de Baloncesto.

Para expertos en la Corona como la periodista y escritora Pilar Urbano, esta sobreexposición de la madre del rey se debe a que "la reina [Sofía] es muy querida en España y es un lubricante para la institución porque da serenidad y continuidad a la Corona y da la imagen de que se lleva bien con Felipe y Letizia". La escritora también subraya que como la familia real ha menguado "ahora hay menos miembros, la princesa Leonor y la infanta Sofía son pequeñas y los adultos tienen que repartirse el trabajo. Es Felipe el que decide si su madre aparece en un acto". Para el periodista Jaime Peñafiel, la reina Sofía "está encantada porque su debilidad es su hijo".

De hecho Urbano asegura que a doña Sofía "le horrorizan los actos públicos y es muy casera. Con ella no va lo de vestir de punta en blanco y tener que ir, por ejemplo, a la botadura de un barco".

Desde la Casa del Rey quitan hierro al desfase en la agenda pública. "Don Juan Carlos ya no tiene actividades de representación como jefe del Estado y ahora hay actividades que tradicionalmente las hacía don Juan Carlos que ahora las hace don Felipe. Doña Sofía hace las propias relacionadas con actos benéficos o con su fundación", aseguran.

En todo este tiempo desde la proclamación los padres de Felipe solo han coincidido en cinco actos públicos (a menos de uno por mes): el funeral de la duquesa de Alba, el funeral y velatorio de la reina Fabiola de Bélgica, la inauguración del cuadro de la familia teal de Antonio López y el Día de la Banderita de la Cruz Roja cuando don Juan Carlos se acercó a la mesa de cuestación de su esposa.

"Don Juan Carlos y doña Sofía coinciden lo mínimo no se tratan y el matrimonio como tal no existe desde hace años. En muchos actos oficiales ni se miran", sentencia Peñafiel.

Además, don Juan Carlos no ha aparecido de manera oficial con su hijo y su nuera, mientras que doña Sofía acudió en verano con los reyes a una cena en Mallorca con el Gobierno Balear. Quizá para no interferir en la imagen del nuevo rey. "Lo que me llama la atención es la aparición de don Juan Carlos en público porque que aparezcan dos reyes crea confusión en la ciudadanía, por eso debe evitarse la doble presencia regia", critica Urbano.

En su nueva condición de jubilados, Pilar Urbano asegura que la reina donde descansa es en "Palma, Londres y París. Tiene muchas aficiones; le gustan los perros, los movimientos feministas, la ecología la fotografía...". En un ámbito más familiar, Urbano asegura que la reina está volcada, a raíz del caso Nóos, en su hija Cristina y sus nietos porque "esos niños necesitan que les arropen". Peñafiel asegura que la abdicación les ha venido muy bien a los monarcas eméritos ya que "don Juan Carlos no tiene que esforzarse y la reina no tiene que demostrar que es una profesional; se han liberado de la responsabilidad que supone la Jefatura del Estado.