El temporal de viento que el pasado martes azotó Cataluña y, muy especialmente, la zona del Vallès, provocó la caída de unos 45.000 árboles del bosque de Can Deu, que es propiedad de la Fundación Antigua Caixa Sabadell 1859 y que está considerado el pulmón verde de la ciudad de Sabadell.

En una primera estimación, los agentes rurales han considerado que la superficie afectada es del 100%, la más alta dentro del municipio de Sabadell junto con las fincas de Can Vilà y Can Casamada.

En estas fincas, la práctica totalidad del arbolado, formado mayoritariamente por pino blanco, ha sido abatido por el viento, y muchos de los ejemplares que aún están en pie habrá que talarlos, dado que están desfalcados o resquebrajados y representan un peligro.

Sólo en las 75 hectáreas forestales del bosque de Can Deu se calcula que hay un mínimo de 45.000 árboles caídos, señala la Fundación en un comunicado.

Ni la masía ni la granja de Can Deu han sufrido daños graves, pero sí su entorno inmediato, como el jardín romántico, las zonas de picnic y los alrededores de la iglesia de Sant Vicenç.

"Confiamos en poder volver a dar servicio a los ciudadanos después de Reyes", apunta la entidad, que como propietaria del bosque se compromete a hacer todo lo posible por recuperar el uso que siempre ha tenido la zona, muy visitada tanto por vecinos como por centros escolares.

Los primeros trabajos que se están llevando a cabo consisten en la apertura del acceso a la masía de Can Deu y el restablecimiento de los servicios de luz y teléfono, así como la retirada de los árboles caídos y la reparación de las infraestructuras dañadas.

Posteriormente, explica la Fundación, se abrirán los caminos de acceso al bosque, pero únicamente para facilitar la retirada de los pinos caídos, una labor que será "larga y costosa" dada la magnitud de los destrozos.

Según la Fundación Antigua Caixa Sabadell 1859, aún queda por valorar cuál ha sido el efecto del temporal en el encinar incipiente que se encontraba en buena parte del bosque, pero todo indica que las encinas han resistido mejor el envite del viento.