Un total de 209 personas fueron detenidas en el desmantelamiento del principal campamento de la protestas democráticas de Hong Kong, y entre ellos había políticos y líderes estudiantiles, muchos de los cuales fueron liberados la madrugada del viernes.

La operación, que puso fin a la mayor campaña de desobediencia civil vivida en el territorio chino, se centró en el distrito de Admiralty, donde se concentra gran parte de la actividad financiera de la ciudad y donde se encuentran las principales oficinas del Gobierno, se extendió durante doce horas y se desarrolló de forma pacífica.

La policía liquidó el campamento con la detención de 209 personas (según los datos oficiales definitivos), quienes se resistieron a abandonar la zona acordonada por los agentes, pero que no ofrecieron resistencia cuando fueron trasladados, uno por uno, a los vehículos policiales.

La mayor parte de los detenidos, entre ellos los líderes estudiantiles y parlamentarios liberales, fueron puestos en libertad a lo largo de la madrugada, indicaron medios locales.

Durante la operación policial, los agentes tomaron datos personales a otras 909 personas que trataron de permanecer en el asentamiento tras desoir las numerosas advertencias policiales.

Mientras que más de un centenar de agentes procedían con las detenciones, otros cientos llevaban a cabo las maniobras de despeje de todo el campamento de las revueltas, con un radio superior a los dos kilómetros cuadrados, ayudados por docenas de operarios de limpieza, y una decena de camiones donde se cargaron todas las pertenencias que los manifestantes habían dejado tras su marcha.

Pasada la media noche de ayer la mayor parte de las vías que estuvieron bloqueadas durante 75 días recuperaban el tráfico de vehículos, entre ellos taxis y autobuses, quienes habían obtenido una orden judicial para llevar a cabo la reapertura de las vías.

Hong Kong amaneció este viernes sin apenas huellas de los más de dos meses de ocupación en el distrito de Admiralty.

Si bien, cuatro kilómetros más allá, en el distrito de Causeway Bay, todavía permanece un pequeño refugio de activistas que la policía resolvió no liquidar el jueves.

Fuentes policiales dijeron esta madrugada que el desalojo del pequeño campamento de Causeway Bay, un área fuertemente comercial y de gran densidad de población, se llevará a cabo en los próximos días.

Horas después del desalojo final, muchos activistas volvieron a las redes sociales para comenzar la segunda etapa de estas protestas, convocando a los manifestantes a seguir en las calles.

Una antesala de lo que ayer coreaban minutos antes de que se diera por acabada la revolución de los paraguas con lemas como "volveremos" y "esto es solo el principio".