Cuatro acusados de integrar una organización internacional dedicada al tráfico de hachís afincada en la comarca del Poniente de Almería y desarticulada en 2010 en el marco de la operación 'Pincel' han aceptado este miércoles penas de dos años de prisión por el alijo de casi una tonelada de droga.

M.S.M.A., A.T.M., M.B. y J.J.R.M., junto a un quinto procesado declarado en rebeldía, se enfrentaban a cinco años y nueve meses, y a seis años de cárcel en la vista oral señalada ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería aunque el fiscal ha modificado su acusación al aplicar la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas.

Tras la rebaja de las penas interesadas inicialmente, los acusados han mostrado conformidad en el acto de juicio y han aceptado las penas de dos años de cárcel. Una vez la sentencia sea firme, las defensas solicitarán la suspensión de la condena, según ha indicado a Europa Press el letrado Ramiro Guedella.

El grupo, de común acuerdo y con ánimo de obtener un beneficio ilícito, organizó a principios de 2010 un alijo de hachís que iba a ser destinado por los mismos a su venta a terceras personas en el mercado ilícito y decidió ejecutar en plan en abril.

El citado plan contemplaba el desembarco del hachís en la desembocadura del Río Castor, en Estepona (Málaga) aunque el Servicio Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) detectó la presencia de la embarcación neumática cuando navegaba a media milla náutica del litoral.

A bordo viajaban M.G., declarado en rebeldía, y otros dos individuos no identificados que habían sido los encargados de realizar el trasbordo de los fardos de hachís en alta mar.

Una vez que la lancha tocó tierra, los agentes detuvieron a M.G. con las ropas "completamente mojadas e impregnadas de arena" e intervinieron 32 fardos un peso de 987 kilogramos de hachís que, en el mercado ilícito, hubiera alcanzado un valor de 1,4 millones de euros.

La red fue desarticulada por Guardia Civil y Vigilancia Aduanera en la conocida como Operación 'Pincel', en la que se arrestó a unas 15 personas de un entramado logístico con ramificaciones en Almería, Málaga, Ceuta y Barcelona. Junto a este alijo, se interceptó otro de 840 kilos en agosto de 2010 en Motril (Granada). Según trasladaron fuentes de la Benemérita al cierre de la operación, la red había establecido una vía de distribución de hachís desde Almería a las provincias de Málaga y Barcelona.