La trigésimoquinta jornada del juicio del 11-M ha comenzado con los dos primeros peritos del centenar que está previsto que declaren. Uno de los dos peritos, el comisario José Cabanillas, fue acusado por el ex director general de la Policía y europdiputado del PP Agustín Díaz de Mera de manipular un informe sobre la conexión entre ETA y el 11-M.

Los dos policías nacionales elaboraron un informe "con total libertad" —tras el 11-M— sobre el Islam a petición del juez instructor: "La idea era mostrar una visión cultural, religiosa o política del salafismo moderno, así como las circunstancias que lo rodean, como la yihad", ha matizado el inspector Cabanillas.

Para ello realizaron una importante labor de documentación, así como un apartado de vínculos entre ETA y el islamismo: "Esto era una conclusión final, una recopilación de otros informes que analizaban posibles vínculos entre ETA y el islamismo [...], era una consideración final que dejaba claro que no había ningún vínculo entre ETA y los islamistas", asegura el otro de los policías.

No obstante, José María de Pablo, letrado de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, ha insistido en la presencia de varios etarras en Madrid el 11 de marzo de 2004: "No nos consta", ha matizado el inspector Cabanillas.

En ese momento, el juez Gómez Bermúdez ha amenazado con apercibir a De Pablo si seguía intentando relacionar a etarras con los atentados. "En su escrito de acusación, usted acusa a 29 personas, de las cuáles, ninguna de ellas tiene relación con ETA", ha matizado.

El Gara como mantel

En este informe, elaborado en octubre del 2004 —tras la operación Nova— se desgranaron las posibles relaciones. Sin embargo, se concluyó que no había ningún vínculo entre etarras e islamistas, sólo "el compañerismo propio de una prisión": "Los etarras dejaban el Gara a los islamistas, que lo usaban de mantel", matiza uno de los agentes.

En este punto, el abogado de la Asociación de Ayuda a las Víctimas ha insistido en "la presencia de la fórmula de la cloratita en la celda del islamista Bensmail, entregada por el etarra Henri Parot". Como ya hiciera antes, Cabanillas ha respondido, por un lado, que no consta que fuera Parot quien entregó el papel, y por otro que la fórmula que apareció en la celda de Bensmail "no era la de la cloratita de ETA".

Según los peritos, hay personajes en los atentados del 11-M que procedían de diversos países, pero todos pertenecían a la corriente salafista: "Esta es la denominada corriente del norte", afirma uno de los peritos, que han ratificado al cien por cien el informe elaborado.

"Los autores del 11-M no recibieron ninguna orden de algún grupo vinculado con Al Qaeda", han especificado.

El explosivo, no tan determinante

El letrado de la Asociación de Ayuda a las Víctimas ha preguntado a los peritos sobre si el tipo de explosivo fue la prueba determinante para deducir que el 11-M no era obra de ETA.

Cabanillas, con tono tranquilo, ha asegurado que "ese no es más que un dato", y ha matizado: "Lo más importante es que aparecen las huellas de los presuntos terroristas en todos los escenarios".

Informe de los teléfonos

Según los agentes, que elaboraron un informe sobre los teléfonos utilizados por los terroristas del 11-M, había varios proveedores de terminales, así como varios lugares donde se liberaron teléfonos: "El teléfono de la mochila de Vallecas sirvió para llegar hasta el bazar Top", asegura el perito.  

Estos peritos también elaboraron un informe sobre el cruce de llamadas de los habitantes de la finca de Morata de Tajuña —donde se prepararon las bombas—: "Elaboramos una tabla con los nombres y los números de teléfonos, y otra con el cruce de llamadas proporcionado por las compañías [...], al cruzar ambas tablas, salía el nombre de la persona a quien correspondía cada llamada", afirma el inspector cabanillas.

En referencia al teléfono de Jamal Ahmidam el Chino, los agentes hicieron una revisión exhaustiva que permitió apreciar el contacto que mantuvo con otros implicados —Suárez Trashorras, Mohamed Oulad Akcha, Rachid Algif, etc.— en los atentados, e incluso detectaron en un momento dado una llamada registrada en la BTS (Base Transceiver Station) mas cercana que había de la mina Conchita asturiana.

Según ha explicado el perito, a su regreso a Madrid desde Asturias, Jamal Ahmidam recorrió toda la cornisa cantábrica, desde allí fue hasta Burgos y de ahí a Madrid.

El material de Villalobos

Por otro lado, los peritos han explicado también cómo elaboraron un informe sobre el material informático hallado en el ordenador del Chino, en el registro de la calle Villalobos.

"Este material tuvo un papel capital en la preparación de los atentados de Madrid e incluso de Irak", asegura Cabanillas.

Según el perito, este material hace referencia a los vínculos entre las Brigadas de Abu-Hafs el Masri—ligada a Al Qaeda— y las autodenominadas Brigadas de la Muerte —como se hicieron llamar los terroristas de Madrid—. También encontraron entre los documentos referencias a un comunicado del líder de Al Qaeda Ayman Al Zawahiri, en la que se aseguraba que iban a atentar contra EE UU y sus aliados.

Resumen de las investigaciones

Otros de los informes elaborados por los peritos —18 de agosto de 2005—, una recopilación de criminalística que resume las investigaciones —Kangoo, Leganés, Morata, Albolote, Fabia, ADN, huellas, policía científica, etc.—, se elaboró con el objeto de recopilar y clarificar: "Para que el informe fuera completo, hicimos una recopilación de las reivindicaciones del 11-M, así como de los antecedentes de Al Qaeda, del documento de los noruegos o del mensaje al pueblo español", ha matizado una perito, que asegura que "se pretendía mostrar el momento político que rodeaba el 11-M".

A preguntas de José Luis Abascal, letrado de Zougam y Ghalyoum,  uno de los peritos ha explicado que a la cinta en árabe hallada en la Kangoo —por lo fácil que era de obtener— no se le dio demasiada importancia: "Era una cinta con la sura 3, sin más, como cualquiera de nosotros escucha música", afirma el perito.

En referencia al vídeo que los terroristas dejaron en la papelera cercana a la mezquita de la M-30, uno de los peritos asegura que Jamal Ahmidam no era la persona que hablaba: "Ahmidam aparece en uno de los dos vídeos de reividicación, en el que no parece El Afgani", asegura uno de los peritos policiales.

En cuanto a la reivindicación en un periódico londinense, los peritos han asegurado que se encontró posteriormente en el ordenador del Chino.

Sigue el juicio del 11-M en el especial de 20minutos.es