Estas demoras representan el tiempo que transcurre desde el momento en que se pide cita previa y la fecha en la que se inician los trámites administrativos, y se deben principalmente a la escasez de personal encargado de realizar las gestiones.

 

En el Registro Civil trabajan 25 empleados. De ellos, tres se dedican a la tramitación de las nacionalidades y otros tres se encargan de los expedientes de matrimonios civiles, que son cada vez más solicitados por los zaragozanos.

 

Sólo el año pasado se casaron por lo civil en la capital aragonesa 935 parejas, cuyos papeles fueron tramitados por los dos únicos gestores asignados a esta tarea en 2004. El incremento de matrimonios y las largas listas de espera acumuladas (llegaron a sobrepasar los ocho meses) obligaron a reforzar el despacho con un trabajador más a principios de mayo, aunque sigue siendo insuficiente.

 

Quieren ser españoles

 

La situación de congestión se extiende también a la tramitación de las solicitudes de nacionalidad, debido tanto al incremento de la población inmigrante (en el último año ha crecido en Zaragoza un 7,6% y ya son 96.200 personas) como al cuello de botella que se forma al llegar las peticiones de los extranjeros que quieren ser españoles a los tres únicos empleados que se encargan del proceso.

 

Funcionarios del registro explicaron que los que más solicitan la nacionalidad son los latinoamericanos, que con dos años de residencia legal ya pueden pedirla, y para los bebés, que un año después del nacimiento ya pueden adquirir la nacionalidad española. Una quinta parte de los alumbramientos son de padres inmigrantes.

 

 

A la espera de cuatro gestores: Las largas listas de espera acumuladas en el Registro Civil no pasaron inadvertidas para el juez decano, Mauricio Murillo, que en la memoria de 2004 pide cuatro gestores más para combatir las demoras. Es una solicitud que tanto trabajadores como sindicatos comparten desde hace años y que debe resolver Madrid (Aragón carece todavía de competencias en justicia).

 

El matrimonio, a un año vista: Una vez resuelta la cita, los trámites que conlleva un matrimonio civil pueden alargarse durante otros dos meses; es decir, es prácticamente imposible casarse antes de ocho meses desde la petición de mano. La demora se alargaría aún más si la intención es celebrar las nupcias en el Ayuntamiento, donde sólo se casa los tres primeros viernes de mes y el sábado por la mañana.

 

Adquirir la nacionalidad: Las diligencias que conlleva la adquisición de la nacionalidad se alargan durante año y medio tras el inicio del trámite, ya que es necesario derivar los documentos a Madrid, donde se centraliza el proceso.

 

 

La congestión que sufre el Registro Civil (similar al de la mayoría de las comunidades) y la escasez de personal no impiden que algunos trámites se lleven al día. Las inscripciones de los nacimientos, las solicitudes de los documentos de fe de vida o los registros de las defunciones son gestiones que se realizan de forma inmediata y a diario. La agilidad no impide, sin embargo, que a media mañana se formen largas colas ante los mostradores de las oficinas del Registro Civil, que están ubicadas en las dependencias de los juzgados, en la plaza del Pilar.