Emigración, comunicación y economía: primeros ejes de Felipe VI en la Cumbre de México

  • Este lunes comienza en Veracruz la XXIV Cumbre Iberoamericana, la primera a la que asiste como jefe del Estado español.
  • El monarca ha entregado las Medallas de Honor de la Emigración Española.
  • También ha participado en el III Foro de Comunicación y en la clausura del X Encuentro Empresarial Iberoamericano, en el marco de la Cumbre.
El rey Felipe VI acompañado por el presidente de México, Peña Nieto (d), en el X Encuentro Empresarial Iberoamericano, que se celebra en la ciudad mexicana de Veracruz en el marco de la XXIV Cumbre Iberoamericana.
El rey Felipe VI acompañado por el presidente de México, Peña Nieto (d), en el X Encuentro Empresarial Iberoamericano, que se celebra en la ciudad mexicana de Veracruz en el marco de la XXIV Cumbre Iberoamericana.
EFE
El rey Felipe VI acompañado por el presidente de México, Peña Nieto (d), en el X Encuentro Empresarial Iberoamericano, que se celebra en la ciudad mexicana de Veracruz en el marco de la XXIV Cumbre Iberoamericana.

El rey Felipe VI ha dedicado el primer acto de su agenda oficial en Veracruz (México), donde este lunes arranca la XXIV Cumbre Iberoamericana, a reunirse con representantes de la colonia española en esta ciudad en señal de "cariño y reconocimiento hacia la emigración española", especialmente a la que llegó a México y a este municipio de Veracruz.

En un discurso en el Círculo Mercantil Español, lugar de encuentro de la colonia española fundado hace 150 años y conocido popularmente como Casino Español, Felipe VI ha expresado su "gratitud permanente" a México por la "hospitalidad" que ha mostrado con los emigrantes españoles, quienes "llegaron sobre todo por necesidad".

En el 150 aniversario de su fundación, el monarca ha entregado al Círculo y a la Sociedad de Beneficiencia Española de Veracruz las Medallas de Honor de la Emigración Española, en su Categoría de Oro, ya que se fundaron para asistir al "compatriota en situación de necesidad", lo que habla por sí solo de la "excepcional calidad humana y patriótica de sus fundadores", ha destacado el rey.

"Enhorabuena a todos por esa gran labor, por esa extraordinaria trayectoria que celebramos y que ha dado un vínculo más, humano y profundo, a la intensa relación fraternal entre México y España", ha resaltado el monarca ante su auditorio.

Pero el jefe del Estado también ha querido poner en valor el reconocimiento que España hace de sus emigrantes por diversas vías legales e institucionales. "Porque España os tiene permanentemente presentes en la memoria y en el corazón", les ha dicho.

Al término del encuentro, y en conversación informal con los periodistas, el rey ha confesado que su esposa, la reina doña Letizia, se había quedado "con ganas" de acompañarle en esta Cumbre Iberoamericana, la primera a la que asiste como jefe del Estado español. Sin embargo, México ha decidido prescindir este año de organizar un programa paralelo para las Primeras Damas iberoamericanas, algo habitual en ediciones anteriores.

Latinoamérica, "motor de la recuperación económica mundial"

Posteriormente, el rey asistió a la clausura del X Encuentro Empresarial Iberoamericano, celebrado en Veracruz como preámbulo a la XXIV Cumbre Iberoamericana, ante empresarios españoles y de América Latina y en presencia del presidente del país, Enrique Peña Nieto.

En este acto resaltó que aunque las economías de Latinoamérica presenten "incertidumbres" tras una etapa de crecimiento notable, "si se sortean y superan con coraje y con decisiones acertadas" esta región "será claramente un motor de la recuperación económica mundial".

El jefe del Estado español recordó que mientras Europa ha vivido un ciclo recesivo de "gran magnitud" con "pérdidas muy graves de puestos de trabajo", Latinoamérica sí ha podido crecer favoreciendo su progreso económico y social.

Eso sí, no olvidó hacer referencia, dentro del marco europeo, al caso concreto de España donde, apostilló, "estamos recuperando nuestro crecimiento económico, lo que es un claro signo de mejora de nuestra economía".

La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, y la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, le habían precedido en el acto de clausura, y le escucharon abogar por una colaboración "fluida y regular" entre los líderes empresariales y políticos de Iberoamérica.

Esta vinculación entre "lo público y lo privado" es obligada porque, explicó el rey, "todos juntos debemos trabajar coordinadamente en beneficio de nuestra Comunidad de Naciones".

En su discurso hizo hincapié en que el crecimiento de las economías y los intercambios comerciales y de inversión "son condiciones indispensables para lograr mayores cotas de bienestar para todos, para poder alcanzar una mejor distribución de la riqueza y para luchar con eficacia contra la lacra del desempleo".

Felipe VI ve el desempleo como "un desafío" que lastra el futuro de los jóvenes y también el futuro de las naciones de Iberoamérica.

"Nuevos desafíos" en la comunicación

A continuación, Felipe VI inauguró, junto con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, el III Foro de Comunicación que se celebra en el marco de la XXIV Cumbre Iberoamericana, al que asistieron directivos de importantes medios de comunicación de esta región.

A la cena inaugural también asistieron el presidente de Uruguay, José Mujica, y el primer ministro de Andorra, Antoni Martí, y directivos de grandes grupos informativos en español, como Televisa, organizadora del foro, o Telemundo.

El rey de España animó a los grandes empresarios de la comunicación de Iberoamérica a hacer frente a los "nuevos desafíos" y retos que encara un sector en continua transformación, con audiencias más exigentes, crisis de los soportes y una competencia cada vez más internacional.

Allí explicó el rey que el título del encuentro 'Medios de Comunicación, Nuevas Tecnologías, Nuevos Paradigmas' implicaba para sus participantes el "compromiso de afrontar el futuro" para un sector en permanente transformación desde distintos puntos de vista.

Las audiencias cada día mejor formadas, sometidas a la paradoja de ser globales pero también con intereses locales, constituyen una de esas ópticas, al igual que la tensión de la convivencia del papel y lo digital, o la visión "multilatina" puramente empresarial.

Felipe VI expuso el problema de la rápida transformación tecnológica, tanta que, dijo, "a veces nos preocupa nuestra capacidad de adaptación como sociedades e individuos" a la generación de información, a la comprensión de su gestión y control y a sus efectos para la democracia y los derechos fundamentales.

Por otra parte, hizo hincapié en la importancia del español y el portugués. El castellano porque es el segundo idioma de comunicación del mundo, y el portugués por su "vigor y presencia intercontinental" que hacen de ella la "otra gran lengua de Iberoamérica".

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