Reúnen más de 60.000 firmas en contra el proyecto monumental de Tindaya

Científicos y ecologistas lamentan que el Gobierno recurra a ellos para rechazar las prospecciones y no para Tindaya
Antonio Tejera Gaspar, José Farrujia y Wolfredo Wildpret
Antonio Tejera Gaspar, José Farrujia y Wolfredo Wildpret
CEDIDA
Antonio Tejera Gaspar, José Farrujia y Wolfredo Wildpret

La campaña '¡Tindaya no se toca!', creada en la plataforma change.org por el arqueólogo y doctor en Prehistoria José Farrujia, ha logrado recabar hasta la fecha más de 60.000 firmas en contra del proyecto monumental ideado por Eduardo Chillida.

Los resultados de esta campaña han sido dados a conocer en rueda de prensa por el propio José Farrujia, además de Antonio Tejera Gaspar, catedrático de Arqueología, y Wolfredo Wildpret, catedrático y profesor emérito, ambos de la Universidad de La Laguna.

José Farrujia destacó que la Montaña de Tindaya es un enclave "único" en Canarias por sus valores geológicos, medioambientales y arqueológicos, y en cuya cima se concentra un importante yacimiento rupestre integrado por más de 300 siluetas de pies humanos grabadas en la roca que fueron realizados por los majos, los primeros pobladores de Fuerteventura.

Asimismo, recordó que en las inmediaciones se localiza una importante zona arqueológica integrada por yacimientos de distinta tipología, lo que explica que la Montaña de Tindaya sea Monumento Natural y Bien de Interés Cultural, además de Área de Sensibilidad Ecológica y Zona de Especial Protección para las aves.

Según el profesor, el debate generado en torno a la Montaña de Tindaya se ha concretado entre los que defienden la bondad y necesidad del proyecto escultórico de Eduardo Chillida y los que manifiestan que el proyecto, independientemente de su nivel artístico, es incompatible con la conservación y sostenibilidad de Tindaya.

José Farrujia explicó que la campaña de recogida de firmas surge a raíz de la aprobación por parte del Gobierno de Canarias de la delimitación de la zona arqueológica de los grabados rupestres de la montaña, que sólo protege el yacimiento rupestre de las cotas más altas pero no los documentados a cotas inferiores, en las zonas medias y en la base de la montaña.

En su opinión, "con esta delimitación se persigue que el uso de Tindaya sea compatible con otro tipo de actividades, dándose así vía libre al proyecto de Chillida".

Prospecciones contra tindaya

Por otro lado, el profesor ha lamentado que el Gobierno recurra a la opinión de la comunidad científica canaria y de las plataformas ecologistas para avalar el rechazo a las prospecciones petrolíferas en Canarias, y que luego, en el caso de Tindaya, se desestime la opinión de estos dos colectivos, que, dijo, "se oponen tajantemente a la especulación con Tindaya".

Por su parte, Wolfredo Wildpret coincidió con su colega en que Tindaya es "un enclave único, un laboratorio excepcional, que no tiene paralelos en todo el continente africano". Resaltó que en este espacio anidan aves autóctonas en peligro de extinción, por lo que, a su juicio, "debemos defender todo ataque contra nuestra naturaleza, que es nuestra principal riqueza".

Antonio Tejera Gaspar destacó el papel que posee Tindaya "como un espacio arqueológico unitario". "No se puede contemplar sólo la protección de una parte de la misma, sino su totalidad", añadió. Asimismo, hizo hincapié en que no existe un yacimiento en Canarias que tenga los valores de Tindaya, cuyos grabados rupestres, los podomorfos, están orientados hacia el Teide, otra montaña considerada como sagrada por los antiguos pobladores de Canarias.

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