Como si fuera un "tren que hay que coger", David Rubín dijo que sí a Paul Pope para darle vida a Aurora West, el personaje que no solo le ha proporcionado uno de los "mejores momentos" de su carrera profesional, sino también el que le ha servido como pasaporte para entrar en Estados Unidos.

Y lo es porque, con El momento de Aurora West (DeBolsillo) recién publicado en España, el gallego (Orense, 1977) está a punto de ver cómo salen al mercado estadounidense dos de sus mejores obras El Héroe y Beowulf, ambas publicadas por Astiberri.

"Y no es lo mismo -destaca durante una entrevista con Efe- que aparezcan ahí siendo yo un desconocido, a que lo hagan después de hacer esta obra (Aurora West) que ha llamado mucho la atención. En ese sentido genial porque me beneficia y beneficia a las obras que produzco en España. Ahora, con esto, consigo publicarlas mejor en el extranjero".

El momento de Aurora West es un spin-off de uno de los cómics del siglo XXI: la primera entrega de Battling Boy, obra con la que Paul Pope ha vendido más de 50.000 ejemplares y en la que narra cómo un niño de doce años, Battling Boy, ejerce de justiciero para salvar a la ciudad de Arcópolis de unos monstruos que campan a sus anchas por sus calles y raptan a los niños para llevarlos a su inframundo.

De este universo emerge Aurora West, la joven heroína que se debate entre la búsqueda del asesino de su madre y la lucha por encontrar su lugar en este mundo dominado por monstruos.

"Creo que Pope ha creado uno de los mejores personajes femeninos de la historia del cómic americano, y general. Me encantaría que Aurora se pudiera convertir en un icono como puede ser, para otra generación de autores, Batman o Wonderwoman", asevera Rubín con la seguridad de quien sabe que está ante una de las mejores historias del cómic internacional.

Los seguidores de los universos de Battling Boy y Aurora West no tendrán que esperar mucho para continuar con las historias de Arcópolis ya que, como afirma el ilustrador gallego, el segundo tomo de Aurora saldrá en octubre de 2015 y, "un mes o dos después", saldrá la segunda parte del "niño batallador".

Pese a que Aurora West ha salido a la venta con un año de diferencia respecto a Battling Boy, Rubín se enfrentó a ella por primera vez sin "ninguna expectativa". "Cuando me contactaron para esto, Battling Boy todavía no había salido a la venta en Estados Unidos, ni aquí".

De hecho, como destaca, leyó el guión en una copia para prensa, por lo que descubrió este universo de acción, superpoderes y malos a los que hay que matar, "al mismo tiempo" que se metió de lleno en sus páginas.

"Por un lado creo que esa inmediatez me benefició, en el sentido de no cogerle mucho respeto. Como no tenía casi distancia con la obra de Pope -añade- afronté el trabajo de un modo más tranquilo, casi como si fuera un tebeo mío, personal, así me lo tomé y creo fue mucho mejor".

Eso sí, aunque Rubín hubiera "preferido hacerla a color", en este caso se trata de una novela con viñetas en blanco y negro para que, como confiesa, se parezca al "formato manga" y así "llegar más al lector joven femenino".

El gallego está centrado en la que será su próxima novela gráfica: Gran Hotel Abismo. Un obra en la que trabaja junto con Marcos Prior y que publicará Astiberri.