El Río Hortega de Valladolid realiza una operación de prótesis de cadera planificada con una réplica impresa en 3D

El Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid ha llevado a cabo una primera intervención quirúrgica de una prótesis de cadera en una paciente con displasia que previamente se había ensayado y planificado con una réplica realizada con impresión en tres dimensiones (3D).
El doctor García Alonso (i) y Sáez Aguado (derecha)
El doctor García Alonso (i) y Sáez Aguado (derecha)
EUROPA PRESS
El doctor García Alonso (i) y Sáez Aguado (derecha)

El Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid ha llevado a cabo una primera intervención quirúrgica de una prótesis de cadera en una paciente con displasia que previamente se había ensayado y planificado con una réplica realizada con impresión en tres dimensiones (3D).

En concreto, el Servicio de Traumatología del centro hospitalario llevó a cabo esta intervención el 22 de octubre en una mujer a la que, a partir de imágenes de un TAC en 3D y de Resonancia Magnética Nuclear, se la realizó una copia exacta de su pelvis y cadera mediante impresión en 3D, para lo que se utilizó una resina, material muy similar al hueso.

El jefe del Servicio de Traumatología del Hospital Universitario Río Hortega, Manuel García Alonso, ha presentado la intervención junto al consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, quien ha destacado que entre las ventajas que supone contar con una copia de estas características están que permite planificar con "mucho mayor realismo" la intervención, su abordaje, la actuación que se va a llevar a cabo e incluso el material que se va a llevar a cabo.

Así, se pueden reducir los tiempos de la intervención, así como algunas incertidumbres y complicaciones, ha señalado el consejero, quien ha incidido en que se trata de una línea de trabajo distinta en la que se aprovechan las tecnologías de la información y que se podría utilizar de manera sistemática en el futuro una vez que se evalúe su coste-eficiencia y su coste-beneficio, tras lo que habría que establecer protocolos pero también delimitar casos.

El consejero ha asegurado que esta posibilidad técnica, para lo que se requiere software concreto y disponer de una impresora 3D —actualmente en régimen de alquiler y usada "a demanda"—, permite "personalizar" las intervenciones quirúrgicas, especialmente las más complejas, pero además tendrá aplicación en la enseñanza de la cirugía. La investigación sobre estas aplicaciones se lleva a cabo en otros centros hospitalarios, además de en el Río Hortega, como el Gregorio Marañón de Madrid.

El doctor García Alonso ha destacado la utilidad de la impresión 3D, ya que permite ver algunas cosas que antes no se podían observar, pero hacía falta ver la fiabilidad y la exactitud de las que se precisa en cirugía, que han sido "excelentes".

El jefe de Traumatología ha detallado que disponer de esta reproducción permite una planificación preoperatoria, algo que no se puede hacer al no poder contar con una pieza humana en las manos ni poder tener una visión completa del hueso a la hora de intervenir, ya que se hace a través de "ventanas".

En concreto, en este caso se puede ver la cabeza femoral y prevenir cómo sustituir lo necesario, los defectos óseos con los que se van a encontrar y cómo abordar la situación.

Necesidad de evaluación

Se trata de una primera operación, con una cirugía que transcurrió sin incidencias —la paciente comenzó a caminar a las 48 horas—, pero es necesario disponer de más casos y determinar qué patología y casos específicos pueden verse beneficiados con esta técnica, de tal modo que se estudia su aplicación en fracturas abiertas de pelvis, patología tumoral y escoliosis.

En todas estas cirugías se pueden moldear de antemano con la réplica las placas de forma exacta y su posterior esterilización y serían las que a priori se barajan, ya que en el resto probablemente no merecería la pena, dado también que el coste de esta pieza, por ejemplo, ha sido 350 euros, pero además porque no en todos los casos supone una "ventaja añadida".

Otras aplicaciones de la impresión en 3D de estos materiales permitirán su aplicación directa en la cirugía compleja. De hecho, un equipo del servicio de Cirugía Torácica del Complejo Asistencial de Salamanca ha implantado con éxito el primer esternón fabricado en una impresora en 3D de España.

El protagonista ha sido un varón de 50 años que, a causa de un tumor, tenía dañada esa zona y necesitaba una prótesis para sustituir la pieza afectada por la tumoración; no hay constancia en ninguna publicación científica de que se haya practicado en España una cirugía de esternón con estas características de impresión en tres dimensiones.

La bioimpresión permitirá en el futuro inmediato mejorar en diversas intervenciones quirúrgicas complejas en términos de rapidez, seguridad, precisión y reducción de complicaciones.

Para ello además no sería necesario disponer de una impresora o software en cada centro hospitalario, dado que actualmente las imágenes se pueden enviar en tiempo real a través de correo electrónico, ha apuntado el doctor García Alonso.

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