Las comisiones falleras que estén pensando en adquirir un casal tendrán una línea de ayudas municipales el año que viene. El Ayuntamiento de Valencia recuperará esta iniciativa que tuvo que erradicar hace tres años en plena vorágine de recortes por la crisis.

Así, según han informado a 20minutos fuentes de la Concejalía de Fiestas, "el Consistorio ha abierto una partida inicial de 100.000 euros para subvencionar entre 1 y 3 puntos del tipo de interés del crédito hipotecario que asuma cada falla para la compra del casal".

Las mismas fuentes han explicado que hasta que se cortaron estas ayudas, el Ayuntamiento ejercía de avalista de las comisiones: "Ahora la normativa impide esa fórmula y por eso se ha optado por subvencionar parte del tipo de interés de la hipoteca".

Desde Fiestas han añadido que ya tienen constancia de "entre 8 y 10 fallas interesadas en adquirir bajos" y que en caso de que se agoten los 100.000 euros presupuestados, "se podría ampliar la partida".

Actualmente, los técnicos de la Delegación están redactando el pliego de condiciones: "A partir de su publicación, posiblemente en enero, las comisiones podrán empezar a pedir la ayuda".

El objetivo de esta medida es fomentar la adquisición de locales bien acondicionados por parte de las fallas, lo que a su vez repercutirá en menos molestias para los vecinos.

Y es que, hasta ahora la justicia ha obligado a cerrar dos casales falleros de Valencia ciudad por problemas de ruidos tras sendas denuncias vecinales. La primera se produjo en el año 2009, contra la falla General Pando-Serrano Morales. La segunda sentencia se dictó e, 2013 contra la falla José María de Haro-Poeta Mas y Ros.

Desde Fiestas han confirmado que todas fallas cumplen ya la normativa sobre la tipología de sedes festeras. Así, el 99% se han acogida a la B, que implica que los casales no son abiertos a la pública concurrencia y que pueden realizar actividades lúdicas y de ocio dirigidas a los miembros de la comisión y a invitados. Así, solo tres han solicitado la tipología C, por lo que al estar abiertos a la pública consurrencia deberán cumplir la normativa de espectáculos.