La Casa Blanca ha sacado del armario sus mejores manteles de damasco, la cubertería de plata donada por una rica heredera de Montana y la vajilla Lenox adquirida por los Clinton para agasajar este lunes a la reina Isabel II de Inglaterra.
El presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, ha sido el encargado de recibir a la dama y a su marido en la residencia oficial, entre salvas de cañonazos.
Bush también hará de anfitrión esta noche para los más de cien invitados que participarán en la cena de "gran gala" con la que el dirigente estadounidense quiere dejar claro que su país "no tiene un aliado y amigo más cercano que el Reino Unido".
Bush, con frac
Bush asistirá a la cena ataviado con frac, una indumentaria que no goza de los favores del poco protocolario ranchero de Texas, a quien le gusta poner los pies sobre la mesa y beber agua directamente de la botella.
La Casa Blanca ha distribuido un listín con consejos protocolarios sobre el tratamiento debido a la Reina, algunos de los cuales han transcendido a la prensa, como la recomendación de dirigirse a la soberana como "Su Majestad" y al duque de Edimburgo como "Su Alteza".
Además, cuando Isabel II acabe de comer, todo el mundo debería de haber finalizado, una sugerencia que a Bush, famoso por comer rápido, probablemente le resulte fácil seguir.
Su gira de seis días por la costa este de Estados Unidos coincide con la conmemoración del 400 aniversario de Jamestown, el primer asentamiento británico permanente en Estados Unidos, fundado en 1607 sobre el río James por alrededor de un centenar de colonos que cruzaron el Atlántico en busca de fortuna.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios