Dicen que el amor mueve montañas y que todo lo puede, incluso, en tiempos convulsos como los de una guerra. Ese es el mensaje que trata de plasmar el gaditano, aunque malagueño de adopción, Víctor Maña en su nueva novela, ganadora del XVIII Premio Vargas Llosa.

"Tiempos de odio en los que puede crecer el amor —terco— como crece la brizna de hierba sobre el estiércol", ha resumido Maña (Cádiz, 1960). Y es que el título de la novela todo lo dice, 'Crónica de un amor en aquella guerra', que ya puede encontrarse en las librerías.

Esta historia tiene como protagonistas a una joven Julia, de 19 años, y al miliciano comunista Ginés, de 37, que se conocen unos días antes de la entrada en Málaga de las tropas nacionales. El escenario físico, por tanto, es la capital malagueña, y el temporal, del 5 al 10 de febrero de 1937.

A través de 377 páginas, el lector podrá caminar junto a estas dos personas, de mundos opuestos y clases enfrentadas, que, sin embargo, en un momento dado, "entrecruzan sus caminos para compartir mucha vida entre tanta muerte".

Los protagonistas, como ha explicado Maña, "en un ir y venir por las calles desastradas y caóticas de la ciudad, harán frente a sentimientos nuevos, a hábitos ancestrales y serán testigos de los días más convulsos de la historia de un país".

"Hay una parte amorosa, pero también otra cruda, en un recorrido en el que los personajes suben y bajan, yendo desde la tranquilidad al agobio existencial; lo propio de aquellos días", ha indicado a Europa Press este profesor de italiano en la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de Málaga.

En un marco bélico, "con una Málaga cercada por el ejército del general Queipo de Llano, decrépita, sucia, mugrienta, hambrienta, en la que la gente empieza a huir, Ginés, un miliciano comunista, se enamora de Julia, que era una niña pija de El Limonar", ha relatado. "Son seis días en los que ocurren toda clase de peripecias, a veces rocambolescas", ha avanzado de esta historia, cuyo final "sorprenderá al lector".

Precisamente, ese fue el reto: "contar una historia de amor en un ambiente tan horrendo". "El amor puede servir para hacer olvidar las pasiones políticas, a través de él se puede olvidar la guerra", se pregunta el escritor, respondiendo sin ninguna duda que "sí".

NEUTRALIDAD

La elaboración de esta novela le ha llevado en torno a un año, ya que ha requerido un importante trabajo de documentación para así ser fiel a los hechos. Unos acontecimientos que, no obstante, "he escrito de forma neutra, mirando siempre desde arriba", ha precisado. Por ello, se ha mostrado seguro de que "nadie se va a sentir incómodo".

Y es que, según ha resaltado Maña, "en esta novela todos son malos o al menos tienen una parte oscura". Quizá algo lógico en una guerra, que saca lo peor de cada uno, aunque para Ginés y Julia exista también la esperanza de encontrar lo mejor.

Los personajes cuentan en primera persona la historia, lo que "ofrece la posibilidad de explorar la psicología de las personas" y, además, "de meter al lector dentro de la novela para que recorra junto a ellos la ciudad de Málaga de aquellos días". "Julia y Ginés son de ficción, pero tienen que ser verosímiles y deambular por un marco histórico real", ha expuesto Maña.

Aunque desde el principio tenía clara la historia, no su evolución, porque, tal y como ha especificado, "uno empieza, pero no sabe qué va a pasar en la página 20 y mucho menos en la 300". De todos modos, del resultado final se ha mostrado "muy satisfecho".

La novela, de Tropo Editores, es apta para todos los públicos y ha sido presentada ya en la ciudad de Málaga. El próximo 19 de diciembre el autor se desplazará a Rota (Cádiz) y, a continuación, en enero, a Madrid.

'Crónica de un amor en aquella guerra', ganadora en 2013 del Premio Vargas Llosa, que convocan la Universidad de Murcia y Caja Mediterráneo, es la tercera novela publicada de Maña.

Las anteriores también tuvieron su éxito: con 'De la lluvia sobre el fuego' consiguió en 2001 el Café Gijón y con 'La vida según el deseo' fue finalista en 2003 del premio de Novela Corta de Valladolid.