El presidente del Gobierno asturiano, Javier Fernández, ha considerado este sábado una "obligación ética" aprobar los presupuestos autonómicos para 2015, trámite que ha sido capaz gracias al acuerdo con el Partido Popular. Ha circunscrito esta medida en el contexto de la lucha contra la desigualdad que desarrolla su ejecutivo.

Se ha pronunciado en este sentido durante su intervención unas jornadas sobre desigualdad convocadas por la Federación Socialista Asturiana.

Fernández ha explicado que un Gobierno autonómico tiene los instrumentos muy limitados y no puede orientar la política económica. Por este motivo, la cuestión está en su gestión de los servicios públicos, que no es "ni llamativa ni vistosa". Así, ha incidido en la potenciación de sanidad, educación y servicios sociales, y se ha mostrado orgulloso de ser el presidente de una comunidad que sobresale precisamente por estos aspectos, más por otros como el cumplimiento del objetivo de déficit, detalle cuya gestión también ha destacado.

Así, ha señalado la importancia de que Asturias contase con presupuestos para el próximo año, "una obligación ética", ha recalcado, para recordar que en las cuentas aprobadas el 67% se destina a gasto social. Han primado, según fernández, "los intereses ciudadanos por encima de los cálculos partidistas".

El presidente se ha referido a actuaciones como la congelación de las tasas universitarias, el rechazo a medidas de copago sanitario o la dotación del salario social, como medidas de su gobierno orientadas a acabar con la desigualdad.