Los trenes con que Renfe explota la línea ferroviaria de Alta Velocidad (AVE) Madrid-Lleida-Tarragona elevan a partir de hoy hasta los 300 kilómetros por hora su velocidad máxima de circulación, con lo que el tiempo de viaje de dos horas y 50 minutos que actualmente lleva realizar el trayecto completo se reducirá en 15 minutos.

La línea comenzará así a acercarse a la velocidad comercial máxima de 330 kilómetros por hora para la que fue diseñada meses antes de que a finales de año se ponga en servicio su último tramo, el del acceso a Barcelona.

Además, el aumento se registra casi cuatro años después de su puesta en servicio, periodo durante el cual ha ido elevando paulatinamente su velocidad desde el máximo de 200 kilómetros por hora con que se puso en marcha, hasta los 280 kilómetros por hora que actualmente registra.

Dos horas y media

La circulación del AVE a 300 kilómetros por hora permitirá en unos meses unir Madrid y Barcelona en un tiempo de viaje de dos horas y media, y convertir al tren en competidor del avión en los viajes entre ambas ciudades.

Para aprovechar este potencial, Renfe sopesa distintas alternativas comerciales para explotar este corredor, como son la de disponer la circulación de un tren cada hora entre la capital y la Ciudad Condal, y establecer alianzas con aerolíneas para vender billetes conjuntos.

Además de la inauguración de la conexión con Barcelona, Fomento también tiene previsto poner en servicio el AVE Madrid-Segovia-Valladolid y el Córdoba-Málaga.

Con todo ello, el Departamento que dirige Magdalena Alvarez prevé que a finales de este año un tercio de la población española, esto es, un total de 17 capitales de provincia, esté conectada de forma directa con una línea ferroviaria de AVE.

El Gobierno calcula que en el horizonte de 2010 España será el primer país del mundo en Alta Velocidad ferroviaria, dado que contará con 2.230 kilómetros de líneas AVE en servicio, por delante de Japón (2.090 kilómetros), y Francia (1.893 kilómetros).