Esther Ruiz ve levantada su deuda con Levalta y podrá "vivir tranquila"

El Instituto Riojano de la Vivienda (IRVI) ha mediado el primer acuerdo con una entidad privada no bancaria, en este caso la Constructora Levalta, para que levantara la deuda de Esther Ruiz y ésta, según sus propias palabras, pueda "vivir tranquila".

El Instituto Riojano de la Vivienda (IRVI) ha mediado el primer acuerdo con una entidad privada no bancaria, en este caso la Constructora Levalta, para que levantara la deuda de Esther Ruiz y ésta, según sus propias palabras, pueda "vivir tranquila".

A las 13:00 horas de hoy estaba anunciado el desahucio de Esther Ruiz que, además de perder su vivienda habitual en Capitán Cortés, tenía contraída una deuda con Levalta de 240.000 euros (más intereses desde el año 2009) a pesar de no haber visto nunca la vivienda que les compró en construcción en La Guindalera y haberles adelantado 42.000 euros.

El desahucio no se ha efectuado hoy, pero Levalta tendrá la vivienda de Capitán Cortés. Esther entregará las llaves de su vivienda habitual a la constructora y, a cambio, ésta levantará el "yugo" que pende sobre ella, siguiendo la definición de la presidenta de Afectados por Levanta, Rosa Vea, porque estará libre de deudas.

"Me quitan todas las cargas que tenía, todas las actuaciones por su parte y, para mi, eso ya es muy importante", ha relatado Esther a las puertas de la que, hasta ahora, había sido su vivienda, en Capitán Cortés, y que Levalta tiene desde febrero, aunque ella continuaba habitando a espera del desahucio por no haber conseguido una hipoteca para la vivienda que compró en La Guindalera, para cambiar de casa, y tener un contrato firmado.

El acuerdo, que se firmará la semana que viene, tiene, por ahora, un compromiso verbal por parte de Levalta ofrecido en una llamada al abogado de Esther Ruiz. "El acuerdo es que ya no me exigen nada más, si no, mi deuda iba aumentando día a día", ha indicado.

Esther acudió al Instituto Riojano de la Vivienda (IRVI) y, al entrar, ha contado hoy su gerente, Carlos Alonso, pidió "vivir". A través de esta entidad se ha alcanzado un acuerdo y Esther entregará "voluntariamente" las llaves de su vivienda en Capitán Cortés en un juzgado cuando le den el acuerdo por escrito.

Alonso, presente hoy en el momento en el que se iba a producir el desahucio y que se ha convertido en una concentración de más doscientas personas, ha explicado que "el ejecutante (Levalta) pone fin a todas las acciones judiciales y le alza todos los embargos sobre su patrimonio y, automáticamente, ella hace entrega de las llaves de la vivienda (en Capitán Cortes) que ya eran del ejecutante desde febrero".

Sin carga,

Pero también sin piso

"No es un alzamiento, es una entrega voluntaria y ella consigue una nueva vida", ha señalado. Hasta ese momento, se ha "paralizado la entrega del inmueble", por parte de Levalta, y, por eso, hoy no ha habido desahucio.

No obstante, ante los gritos de "sí se puede" de los asistentes, la pareja de Esther les ha explicado que su "hogar" sí que lo habían perdido. Ahora, a través del IRVI, podrán gestionar un alquiler social.

La presidenta de Levalta ha querido "reconocer que Esther va a poder empezar una nueva vida, sin la carga que tenía con Levalta, pero se ha quedado sin piso". Y ha insistido: "se ha quedado sin el yugo que tenía que detrás".

Después ha recordado que hay "muchos" casos como el de Esther (en la asociación son más de cincuenta, pero estiman que son cientos), por eso, se reunirán, irán al IRVI e intentarán mediar con más "dramas".

"Creemos que Levalta se ha comportado como una empresa sin alma, sin conciencia y, de repente, gracias a la lucha ciudadana y el reflejo de los periodistas, ha tenido la dignidad de levantar el teléfono", ha relatado, y ha añadido: "se ha ganado una victoria pero queda mucha batalla, hay muchísima gente detrás".

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