Los investigadores creen que Raúl A.R., el hombre que supuestamente mató a su novia y a la hija de ésta, acabó con la vida de sus víctimas en Madrid y trasladó después los cadáveres a un pozo de la localidad zamorana de San Vicente de la Cabeza.

Fuentes cercanas a la investigación han señalado que así puede desprenderse de los movimientos que realizó el hombre el día anterior a la desaparición de las víctimas, denunciada por su abuela el pasado 1 de julio.

Las mismas fuentes han precisado que tras ser detenido Raúl sólo mencionó, con ánimo de despistar a los agentes, que buscaran en la Dehesa de la Villa de Madrid, sin ofrecer más datos sobre el suceso.

De hecho, tanto durante su detención en dependencias policiales como en su comparecencia ante el juez, Raúl se negó a prestar declaración, han añadido las fuentes.

Aunque trató de confundir a la Policía sobre el lugar donde había arrojado los cadáveres al citarles una alcantarilla de la Dehesa de la Villa de Madrid, los agentes ya estaban inspeccionado de forma paralela la zona del municipio zamorano donde finalmente fueron hallados.

Por el momento, no ha trascendido el resultado de la autopsia practicada a los cadáveres ni el estado de éstos, previsiblemente muy deteriorados si el presunto autor los arrojó al pozo en esos primeros días de julio.

Raúl ha ingresado en prisión por orden judicial como supuesto autor de la muerte de Adolfina, una mujer de 32 años con la que mantenía una relación sentimental, y de la hija de ésta, Algelys, de 9 años.