La Guardia Civil en el marco de la 'Operación Cepón' desarrollada en La Rioja, ha procedido al desmantelamiento de una trama de explotación laboral, que se ha saldado con la detención de cuatro personas y a la imputación de otras dos, todas ellas como presuntas autoras de un delito contra los derechos de los trabajadores.

Los detenidos son cuatro hombre de nacionalidad rumana, de edades entre 27 y 32 años, vecinos de Aldeanueva, y los imputados dos viticultores de 52 y 56 años, naturales de Alfaro y Tudela, según ha informado el Instituto Armado.

En la fase de explotación han participado un total de 16 agentes de diferentes unidades de la Guardia Civil, y varios funcionarios de la Inspección de Trabajo con sede en Logroño.

Fue llevada a cabo en unos viñedos del termino de Alfaro (La Rioja), en los que se localizaron a nueve personas de nacionalidad rumana, cuando realizaban trabajos en la viña, desconociendo estas personas aspectos tan básicos como el sueldo que iban a percibir, si disponían o no de contrato de trabajo y las medidas de seguridad y prevención de riesgos laborales que debían adoptar, entre otras.

Los investigadores estiman que un total 22 trabajadores rumanos han sufrido explotación laboral y vulneración de sus derechos, infringiéndose diversos aspectos de la Legislación Laboral vigente.

Inicio en septiembre

La 'Operación Cepón' se inicia a principios de septiembre cuando, a través de varias denuncias, agentes del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Calahorra y del Grupo de Investigación de Arnedo, tienen conocimiento de que cuatro varones de nacionalidad rumana, afincados en Aldeanueva de Ebro (La Rioja), estarían captando a compatriotas suyos para ofrecerlos a viticultores de La Rioja Baja, como mano de obra barata

Ante tales hechos, se da inicio a la correspondiente investigación, constatándose los datos aportados en las denuncias iniciales.

Modus operandi

Los detenidos, se aprovechaban de la precaria situación económica de sus compatriotas para ofrecerles trabajo, algunos de los cuales desconocían el idioma y acababan de llegar a España, en autobús, procedentes de Rumanía. Una vez aceptaban trabajar, los detenidos contactaban con dos viticultores de La Rioja Baja, para presuntamente ofrecérselos como mano de obra barata.

Las víctimas eran alojadas por grupos en varias viviendas de alquiler de Aldenueva de Ebro y Calahorra, siendo sometidas a un férreo control, tanto en el ámbito laboral como personal, prohibiéndoles en algunos casos relacionarse con amigos y familia. Si alguna de ellas pretendía dejar el trabajo, se la perseguía, coaccionaba y amenazaba sistemáticamente.

Trabajaban jornadas de 11 horas diarias, recibiendo en algunas ocasiones cinco euros por hora, teniendo que pagar a los detenidos diferentes cantidades por conceptos como el alojamiento, la manutención, el transporte a la viña, por hora trabajada, etc.

Las actuaciones han sido puestas a disposición de la autoridad judicial.